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Fue en junio de 2009 cuando Arndt Meyer intentó asesinar con una ballesta a la actriz Sara Casasnovas a la salida de una de sus funciones en el Teatro Reina Victoria de Madrid. Tras cumplir una pena de cárcel de ocho años por este ataque, el pasado mes de mayo fue expulsado de España a Alemania por orden de la Subdelegación del Gobierno a petición de la representación de la actriz. Sin embargo, ha sido ahora cuando gracias a un informe policial al que ha tenido acceso El País, se ha descubierto que el alemán coleccionó en secreto fotografías de otras 21 actrices, 18 de ellas españolas. Según Carlos Castresana, letrado de Casasnovas, las imágenes iban acompañadas de comentarios "de elavado caracter sexual, morbosos y despectivos, encaminados a realizar acciones de acercamiento y acoso hacia estas mujeres".
"Tiene prohibición de pisar suelo español, pero nadie le impide coger un coche y venir a España", apunta Castresana, quien lucha para que se reabra el caso. “El Juzgado ha acordado el sobreseimiento de manera tan abrupta como injustificada, ha dejado sin practicar numerosas diligencias pertinentes solicitadas por el fiscal”, afirma en su recurso, donde destaca la gravedad de la condena de Meyer.
Una de las peticiones es que se tome declaración como testigo a Schultz R., un colaborador de la iglesia alemana en Madrid designado por la embajada de ese país para asistir a presos de esa nacionalidad, que visitaba a Meyer en la cárcel y fue la persona que le envió las fotografías de las 29 actrices.
Antes de su expulsión al país bávaro, ocho actrices -siete de ellas españolas y la octava, estadounidense- fueron alertadas de la obsesión de Meyer por el Juzgado de Instrucción 37 de Madrid. Los informes que manejaba la investigación señalaban la “potencial peligrosidad” del preso, así que las intérpretes recibieron la condición de víctimas protegidas. A pesar de la peligrosidad del agresor, ninguna de las nuevas obsesiones de Arndt (21 actrices, 18 de ellas españolas) han sido informadas y han tenido que enterarse que formaban parte del álbum del psicópata por el citado diario. "No puedo entender cómo no nos han avisado de una circunstancia tan grave", dice a El País una víctima.
Los funcionarios de la prisión madrileña de Estremera encontraron el pasado mes de octubre en la celda de Meyer fotografías de jóvenes artistas, acompañadas de inquietantes mensajes. "¡Este cuerpo y piel es exactamente mi tipo!”, recogía una. “En un mundo ideal una chica como esta sería el ejemplo de la mujer que yo haría dulce amor e hijos. Me casaría con ella”, añadía otra. “Así debe ser la cara de la mujer de mi vida”, se leía en una tercera.
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