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En plena resaca de los Premios Goya, algunos de los estupendos looks que allí se vieron siguen dando mucho que hablar. Uno de ellos es el que lució Bibiana Fernández, un modelo de Yolancris, negro y con escote asimétrico rematado en volante, que no resultó ser ‘del todo original’ en la gran noche del cine español.
Otras dos asistentes a la gala, la actriz Elena Ballesteros (de Tot-Hom) y la periodista Elena Sánchez (de Atelier Fernando Claro) coincidieron con diseños muy similares, de modo que, a simple vista, parecía que se trataba del mismo atuendo.
© GtresonlineUna singular polémica que la propia ‘ex chica Almodóvar’ ha querido explicar. “El vestido no era ni parecido. Los tres eran negros y tenían volantes asimétricos; pero, de los otros, uno era en crepe y otro de seda, de dos piezas y llevaba una abertura central. El mío era de terciopelo y tenía mangas y cola”, aclaró tajante Bibiana. Lo hizo durante la rueda de prensa de la presentación de su nueva obra de teatro, El amor sigue en el aire, en la que comparte protagonismo con Alaska, Mario Vaquerizo y Manuel Bandera.
© GtresonlineHaciendo gala de su habitual naturalidad, la actriz salió airosa de la situación manifestando que no se sentía molesta en absoluto por las comparaciones: “Da igual el tipo y la estatura; no se trata de buscar las diferencias, pero se notaban mucho los matices entre ellos, puesto que no coincidían las texturas, los tejidos, ni los volúmenes. Son pequeños detalles, pero parece que la gente solo ve un vestido negro y un volante”. La intérprete malagueña insiste en defender las peculiaridades que hacían de cada modelo algo único e, incluso, se atrevió a dar un consejo, “si te gusta la moda, fíjate en ella. Vívela”.
© GtresonlineNo obstante, la artista insistió en restar importancia al asunto. “Ha habido algo de polémica, pero he de decir que si coincido con otra mujer con un mismo vestido, yo soy la primera que me hago una foto porque me parece que las dos tenemos buen gusto”, agregó divertida. “No hubiera tenido ningún prejuicio, sino todo lo contrario. Hubiera aprovechado la ocasión porque me parece que sería algo gracioso para publicar en los medios o Instagram: dos mujeres con el mismo vestido, del mismo color y de la misma forma, pero cada una llevándolo a su aire. Eso me parece una cosa muy a favor, no en contra”.
Asimismo, no tuvo inconveniente en halagar a sus compañeras, de las que afirmó que, al igual que ella, “también iban guapísimas”.
