Hay una actriz española que no deja de cosechar éxitos. Hablamos de Ana Turpin, conocida por haber trabajado en series tan exitosas como Nada es para siempre, de Antena 3, y Amar en tiempos revueltos, de Televisión Española. A sus 40 años recién cumplidos, regresa a escena con más fuerza que nunca gracias a Uma, película con la que ha conseguido sendos galardones como mejor actriz de reparto en El Film Fest International de Milán y el Monaco International Film Festival. "Ha sido un regalo maravilloso", declara en una entrevista concedida a HOLA.com. “El premio que recibí en Milán se lo dediqué a mi madre porque me hacía mucha ilusión, y el de Montecarlo a mi hermano Zac, que es una persona muy especial, y le dije que era una manera de ver que los sueños, a veces, se vuelve realidad”, añade.
Ana hizo las maletas hace casi dos años para rodar en Italia esta "preciosa historia de amor con final inesperado" que transcurre en lugares "mágicos" como Florencia o la Costa Amalfitana, ingredientes más que suficientes para lograr reconocimientos tan importantes como mejor película extranjera en el Burbank International Film Festival de Los Ángeles, en Georgia, la India (donde recibió el reconocimiento del jurado) y los ya mencionados Milán y Montecarlo.
La intérprete, de origen gallego, es la única actriz española de Uma, del director Alain Maiki. "Fue una aventura extraordinaria rodar esta película con gente cubana, americana, italiana, venezolana, argentina... somos una mezcla", señala sobre el elenco del filme, en el que aparecen los actores Alexandra Braun y Orlando Delgado como personajes principales.
Ana reconoce que no ha echado de menos a su familia durante el rodaje de Uma "porque siempre he tenido contacto con ellos". Cree que las oportunidades hay que 'cazarlas al vuelo' y disfrutar de ellas. "Estoy viviendo cosas inreíbles que al volver a casa comparto con ellos. Estoy disfrutando plenamente de los regalos que te da la profesión, poder viajar, recibir premios, hacer contactos...", declara.
"No me iría a Hollywood a llamar a las puertas, eso me parece muy duro, porque en España tengo una carrera de 18 años y no me voy a r a empezar de cero, me iría solo a sumar", dice rotunda. Pero gracias a Uma podría trabajar al otro lado del charco, un tren al que se subiría sin pensárselo dos veces. "Tengo posibilidades de empezar a tener esos hilos de contacto para futuros proyectos y, por supuesto, que si salen lo voy a aprovechar. Lo bueno que tienen los premios es que te abren puertas. Saber utilizarlos y canalizarlos, es lo que estoy intentando hacer para ampliar mi radio de trabajo", asegura.
Además de Uma, película que podría proyectarse en la próxima edición del Festival de Cine de Málaga, Ana tiene pendiente de estreno De púrpura y escarlata, el segundo largometraje de Juanra Fernández, director para el que ya trabajo en Para Elisa. Mientras, podremos verla en el teatro con Faraday, una obra que produce su compañía, La estampida; y Lo nunca visto. Si tuviera que elegir entre el cine, el teatro o la televisión, lo tiene claro. "Me quedo con todo, porque a mi lo que me gustan son los personajes. Como actriz lo que me gustan son los retos y moverme en todas las disciplinas".
Sus inicios en el mundo de la interpretación vinieron de la mano de dos series de gran éxito, Nada es para siempre, de Antena 3, y Amar en tiempos revueltos, de Televisión Española. "De Nada es para siempre guardo un recuerdo maravilloso. Fue mi primera serie y me dio la oportunidad de trabajar con un montón de chicos que con el tiempo se han convertido en mis mejores amigos, como Mónica Salazar, que era mi prima en la ficción, o Javier Pereira y Daniel Diges. De hecho ahora por las redes estamos intentando organizar una quedada todos, sería muy gracioso después de tanto tiempo", relata.
En Amar en tiempos revueltos interpretaba a Andrea Robles, un personaje que forma parte de la memoria colectiva de la sociedad. "Ahora la serie es un buque insignia, pero al principio la gente pensaba que era un culebrón al uso. Nosotros sabíamos que no, cuando leímos el guión vimos que era algo muy potente. La primera temporada estaba cerrada, pero se estiró por el éxito que tuvo. A todos nos unía el respeto por lo que estábamos haciendo, porque estábamos tocando una parte de nuestra historia y teníamos mucha conciencia de hacerlo bien, de hecho, se creo una magia que creo que es lo que ha hecho que la serie perdure en el tiempo", explica.
El lado más personal de Ana Turpin
- ¿Qué hace Ana Turpin cuando no trabaja?
- ¡Muchas cosas! Estudié Gemología. Diseño joyas que vendo a nivel particular, de boca a boca, pero ahora me estoy poniendo con la web para comercializar. Son joyas muy personalizadas, todo es artesanía. También tengo un perro, que me gusta estar mucho con él, hago deporte, me gusta ir al cine, al teatro, a exposiciones... Me encanta viajar, escaparme al mar, comer… ¡Soy una disfrutona de la vida!
- ¿Qué le falta a tu vida para ser perfecta, si no lo es ya?
- Creo que a la vida no hay que pedirla, hay que darla. Cuando tu le das, ella te da, y yo trato de darle lo mejor de mi.
- ¿En qué momento de tu carrera has dicho: '¡Tierra, trágame!'?
- Tengo una virtud (o un defecto) que es la sinceridad y entonces me gusta decir lo que pienso, por supuesto, siempre con mucha educación, pero sí que me ha pasado que cuando he visto algo que no me gustaba y lo he dicho, me han podido mirar como de soslayo. En nuestra profesión tenemos que estar abiertos a la critica, siempre que sea constructiva, y a veces nos cuesta encajar las criticas.
- ¿A qué tiene miedo Ana Turpin?
- A permanecer en la zona de confort porque si nos acomodamos, nos vamos muriendo poco a poco, aunque no nos demos cuenta. Uma me ha enseñado que tu sueño puede estar en otros sitios, no solo en España, he conocido a gente maravillosa, que da sentido a mi trabajo. Cuando nos quedamos solo con un país es muy peligroso porque se vuelve todo muy endogámico, hay que salir, hay que viajar, hay que conocer, hay que estar muy abierto... te hace crecer.
- ¿Con qué te ríes a carcajadas?
- El humor me encanta y una de las características de todos mis amigos es que tienen un humor muy afilado. Son muy creativos, y me rio a carcajadas con la gente q sabe reírse de todo, con todos y para todos.