Desde que el caso Harvey Weinstein saliese a la luz hace escasos meses gracias a las investigaciones realizadas y publicadas en el diario The New York Times, son muchas las mujeres que han alzado la voz para acabar con el fin de la tolerancia a los comportamientos de agresores y cómplices. También de otras prácticas opresivas en las que la mujer se ve minusvalorada. Unidas todas a una y lanzando una mano amiga, el 1 de enero de 2018 nacía el movimiento Time's Up.
Lo que podría traducirse literalmente en español como "se acabó el tiempo", es una importante campaña secundada en sus inicios por más de 300 mujeres de la industria cinematográfia hollywoodiense. Nombres como Natalie Portman, Nicole Kidman, Emma Watson, Jennifer Aniston, Eva Longoria o Reese Witherspoon forman parte de este movimiento que demanda la elaboración de una legislación que penalice a las empresas que toleren el acoso y una hoja de ruta para alcanzar la paridad de género en estudios y agencias. Por el momento, y como apoyo legal al movimiento #Metoo, quieren ayudar a las mujeres en su lucha contra el acoso sexual y para ello han creado un fondo- que comenzó con 10 millones de euros- para sustentar la defensa legal de aquellas víctimas con menos privilegios.
"Se acabó el tiempo del silencio, se acabó el tiempo de esperar, se acabó el tiempo de tolerar la discriminación, el acoso y el abuso", gritaron en su primer post publicado en sus redes sociales. Fue esta la vía que utilizaron para hacer un llamamiento a todos los asistentes a los Globos de Oro para que se vistieran de negro esa noche. Un gesto que secundaron casi en su totalidad todos los asistentes a la alfombra roja y con el que se pretendía concienciar a la sociedad de esta lacra. Esa noche, gracias a la participación de las grandes estrellas - femeninas y masculinas- del star system y a las rotundas palabras de Oprah en su discurso, el movimiento Time's Up se hizo visible y cogió toda su fuerza.
Sus máximas activistas y algunas de las actrices más relevantes, continúan trabajando para que este moviemiento no se quede en un simple lema. Esta semana algunas de ellas, durante una mesa redonda liderada por la presentadora y oscarizada actriz protagonista de El color púrpura y emitida en la cadena CBS, alzaban la voz para apuntar su dedo acusador contra Woody Allen. "Dylan, yo te creo", gritaba la intérprete de Cisne Negro para apoyar las acusaciones de Dylan Farrow, hija adoptiva del cineasta y Mia Farrow, que en 1992 revelaba ser víctima de abusos sexuales por parte del director de Match Point o Medianoche en París.
De hecho, los actores Timothée Chalamet y Rebecca Hall, protagonistas de su última película, Un día lluvioso en Nueva York, han decidido donar su salario a Time’s Up después del sobrecogedor relato de Dylan. Además, Rebecca Hall, quien estuvo también a las órdenes de Allen en Vicky Cristina Barcelona, ha mostrado en Instagram su arrepentimiento por haber trabajado con el director neoyorquino. “Mis acciones han hecho sentirse a otra mujer silenciada y ninguneada”. También Selena Gómez que, según People, habría donado a la organización, de forma anónima, más del sueldo percibido por protagonizar la última cinta del autor de Annie Hall.
Tras un 2017 para recordar en el que por fin las mujeres alzaron la voz, el 2018 se presenta como el año de la acción contra esta lacra.