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Dylan Farrow, hija adoptiva de Woody Allen y Mia Farrow, ha ofrecido esta semana su primera entrevista en televisión. En ella, la joven de 32 años, se reafirma en sus acusaciones de abuso contra el cineasta. Fue en 1992, durante el tormentoso divorcio de sus padres y a los siete años de edad, cuando la joven reveló ser víctima del director de películas como Vicky, Cristina, Barcelona, Medianoche en Paris o Match Point. Un episodio que volvió a relatar hace cuatro años a través de una carta publicada en The New Yok Times.
En un avance de la entrevista, que se emitirá en unas horas en el programa CBS This morning, Dylan afirma estar diciendo la verdad. "Todo lo que puedo hacer es contar mi verdad y esperar. Esperar que alguien me crea en vez de solo escuchar", ha revelado a la periodista Gayle King.
Preguntada por si se une al movimiento #Metoo para acabar con su padre, la hija de Mia Farrow ha sido tajante: "¿Por qué no debería querer hundirle? ¿Por qué no debería estar enfadada? ¿Por qué no debería estar dolida? ¿Por qué no debería estar escandalizada por haber sido ignorada, apartada y por no haberme creído todos estos años?" Su forma de expresar y contar su historia son otros de los factores que Dylan espera que resulten factores clave para que la gente, esta vez sí, la crea.
El testimonio de Dylan vuelve a ocupar los titulares de medio mundo después de que decenas de actrices, entre las que se encuentran Natalie Portman, Reese Witherspoon, Jessica Chastain, Mira Sorvino, Shonda Rhimes o Ellen Page, apoyasen la declaración de la hija del director. "Yo te creo, Dylan", contestó la protagonista de Cisne Negro al ser preguntada por Oprah si el tiempo de Allen había acabado.
Greta Gerwin, quien reconoció que trabajar con Allen en A Roma con amor fue un error, también ha apoyado a la joven. "Si hubiese sabido lo que sé ahora, no habría actuado en su película. No he trabajado con él nunca más, y no volveré a hacerlo", aseguró. Y no ha sido la única. Rebecca Hall, Timotheé Chalamet y Griffin Newman, los protagonistas del último largometraje del cineasta, A rainy day in New York, también han sumado sus apoyos a la joven. Estos últimos, han donado su sueldo en el film al movimiento 'TIMESUP'.
"Sé que estar de mi lado y en contra de Woody Allen no es fácil en esta industria. Sé que estoy pidiendo coraje e incluso sacrificio. Pero si #TIMESUP realmente apoya a todas las víctimas, como dice que lo hace, entonces ese sacrificio es necesario para ayudar a convertir este momento en un movimiento. Para todos aquellos que ya se han pronunciado y alzado mi voz con la suya, hay una niña de siete años dentro de mí que lo agradece desde el fondo de su corazón.", escribía Dylan recientemente en su perfil de Twitter.
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