La gimnasta Simone Biles, de 20 años, ha dado uno de los pasos más importantes de su vida. La medallista olímpica, cuatro veces campeona en Río 2016, ha denunciado a Larry Nassar, doctor de la federación de Estados Unidos, siguiendo la estela de otras tres compañeras de equipo. "La mayoría de ustedes me conocen como una chica feliz, risueña y enérgica. Pero últimamente me he sentido rota y cuanto más intento apagar la voz en mi cabeza, más fuerte grita. Ya no tengo miedo de contar mi historia", ha comenzado su escrito en su perfil de Twitter bajo el ya conocido hashtag #MeToo.
"Yo también soy una de las muchas supervivientes que sufrieron abusos sexuales por Larry Nassar. No es normal recibir por parte de un prestigioso médico del equipo un tratamiento al que él se refería de modo horripilante como el tratamiento especial. Ese comportamiento es absolutamente inaceptable, asqueroso y abusivo, especialmente viniendo de alguien en quien me habían dicho que confiase. Durante demasiado tiempo me he preguntado si había sido muy ingenua, si había sido mi culpa. Ahora sé la respuesta a esas preguntas: no. No fue mi culpa. Ni cargaré ni debo cargar con la culpa que corresponde a Larry Nassar, la Federación Estadoundense de gimnasia (USAG) y otros".
La gimnasta confiesa ahora que se enfrentará al peor de sus miedo: "Es increíblemente difícil revivir estas experiencias y me rompe aún más el corazón pensar que, mientras trabajo por mi sueño de competir en Tokio 2020, voy a tener que volver continuamente al mismo lugar de entrenamiento donde sufrí abusos", se lamenta. Y pide justicia: "Necesitamos saber por qué esto pudo suceder durante tanto tiempo y a tantas de nosotras. Necesitamos asegurarnos de que algo así no vuelva a suceder".
La deportista se une así a las acusaciones de sus compañeras Gabby Douglas, que ganó oro con Biles en la prueba por equipos en Río 2016, McKayla Maroney y Aly Raisman, primera gimnasta en denunciarle. Nassar se encuentra en prisión desde el pasado mes de diciembre a la espera de sentencia, y se ha declarado culpable de siete casos de abuso sexual (tres de ellos a menores de 13 años), pero hasta 130 gimnastas le han denunciado. Además, cumple condena de 60 años de prisión por posesión de pornografía infantil.