1/15Sara Carbonero tiene predilección por las fotos en blanco y negro. Echando un vistazo a su perfil de Instagram encontramos numerosas imágenes con este filtro, y si las analizamos descubrimos que se corresponden a sus fotos más especiales, aquellas que reflejan lo verdaderamente importante para la periodista: su familia y sus grandes amigos.
Esta instantánea, por ejemplo, refleja la felicidad que siente en Oporto, ciudad a la que llegó en verano de 2015 tras el fichaje de Iker Casillas y en la que permanecerá, según las últimas informaciones, hasta el próximo mes de junio por lo menos.
La familia se ha adaptado a la perfección a su nueva vida en Portugal. De hecho, recientemente se cambiaron de casa, en primera línea de playa y con vistas directas al Océano Atlántico, en la exclusiva zona de Foz do Douro, muy cerca de Matosinhos.
"Nos mudamos en agosto porque la casa en la que vivíamos anteriormente estaba a la venta. El dueño, con el que tenemos muy buena relación, nos dijo que no conseguía venderla, pero antes de verano consiguió un comprador muy bueno y nos preguntó si no nos importaba. Vimos la nueva casa y nos cambiamos", declaró Sara en una entrevista concedida a LOC.
Sara Carbonero tiene predilección por las fotos en blanco y negro. Echando un vistazo a su perfil de Instagram encontramos numerosas imágenes con este filtro, y si las analizamos descubrimos que se corresponden a sus fotos más especiales, aquellas que reflejan lo verdaderamente importante para la periodista: su familia y sus grandes amigos.
Esta instantánea, por ejemplo, refleja la felicidad que siente en Oporto, ciudad a la que llegó en verano de 2015 tras el fichaje de Iker Casillas y en la que permanecerá, según las últimas informaciones, hasta el próximo mes de junio por lo menos.
La familia se ha adaptado a la perfección a su nueva vida en Portugal. De hecho, recientemente se cambiaron de casa, en primera línea de playa y con vistas directas al Océano Atlántico, en la exclusiva zona de Foz do Douro, muy cerca de Matosinhos.
"Nos mudamos en agosto porque la casa en la que vivíamos anteriormente estaba a la venta. El dueño, con el que tenemos muy buena relación, nos dijo que no conseguía venderla, pero antes de verano consiguió un comprador muy bueno y nos preguntó si no nos importaba. Vimos la nueva casa y nos cambiamos", declaró Sara en una entrevista concedida a LOC.