El discurso que ha puesto en pie a todo el público y ha hecho saltar las lágrimas
Oprah Winfrey recibió el premio honorífico Cecil B. de Mille y emocionó al público con sus palabras en defensa de la igualdad racial y de género
Numerosas estrellas de Hollywood se han unido esta noche en la 75 gala de entrega de los premios Globo de Oro para transmitir un mismo mensaje: la reivindicación contra el abuso y el acoso sexual. Son muchas las voces que se han unido para luchar por esta causa, pero una se ha escuchado más alta y clara que ninguna otra: la de Oprah Winfrey.
La presentadora, que durante 25 años estuvo al frente de The Oprah Winfrey Show, ha visto premiado su dilatada carrera con el reconocimiento honorífico Cecil B. de Mille. Calificada por la Asociación de la prensa extranjera de Hollywood como "una de las mujeres más influyentes de nuestro tiempo" y "un ejemplo a seguir para mujeres y jóvenes", ha aprovechado su momento estrella sobre el escenario al recoger su galardón -que le ha entregado Reese Whitherspoon- para crear conciencia sobre la igualdad racial y de género con su discurso, que ha conseguido poner en pie a todo el público. Los actores y actrices, emocionados, han aplaudido a rabiar a la presentadora, y algunos incluso no han podido contener las lágrimas. Estas han sido sus palabras:
"En 1964 era una niña, sentada en el porche de mi madre en Milwaukee viendo a Anne Bancroft hacer entrega del galardón al Mejor Actor de los 36 Premios Oscar. Abrió el sobre y dijo cinco palabras que hicieron historia: el ganador es Sidney Poitier. Y subió al escenario el hombre más elegante que he visto nunca, su corbata era blanca, por supuesto, su piel era negra. Yo nunca había visto que un hombre negro fuera galardonado de esa manera.
He intentado muchísimas veces explicar lo que significa para una niña pequeña ver este momento. Mi madre entró por la puerta, cansada de limpiar las casas de otras personas, pero todo lo que puedo hacer es citar la interpretación de Sidney, que no paraba de decir “amén, amén”. En 1982, Sidney recibió este mismo premio, y no se me olvida que en este momento habrá niñas que estén viendo cómo soy la primera mujer negra en recibir este premio.
Quiero decir que valoro a la prensa ahora más que nunca, a medida que intentamos atravesar estas aguas complicadas que me recuerdan esto: lo que sabemos seguro es que decir la verdad es el arma más poderosa que tenemos. Estoy especialmente orgullosa e inspirada por todas las mujeres que sintieron el coraje y la fuerza para hablar y compartir sus historias personales.
Quiero, esta noche, expresar mi gratitud a todas las mujeres que han sufrido años de abuso y acoso porque, como mi madre, tuvieron hijos a los que alimentar e impuestos que pagar y sueños que perseguir. Son mujeres cuyos nombres nunca conoceremos.
Esos nombres incluyen a Recy Taylor, un nombre que conozco y que creo que todos deberíamos conocer. En 1944 Recy Taylor era una esposa joven, estaba volviendo a casa de la iglesia cuando fue secuestrada por seis hombres blancos armados, que abusaron de ella y la amenazaron para que no lo contara, pero llegó a los medios, y junto con Rosa Parks buscaron justicia. Pero no era una opción, los hombres que intentaron destruirla nunca fueron juzgados. Recy murió hace 10 días cerca de su 98 cumpleaños. Vivió demasiado años en un mundo roto por hombres demasiado poderosos, durante demasiado tiempo no se nos ha escuchado o no se nos ha creído si nos atrevíamos a decir la verdad del poder de esos hombres, pero ese tiempo se ha acabado.
Yo solo espero que Recy Taylor muriera sabiendo que su verdad, como la verdad de tantas otras mujeres atormentadas en esos momentos e incluso ahora, sigue adelante. En alguna parte de Rosa Parks estaba esa verdad, que once años después le hizo tomar la decisión de quedarse sentada en ese autobús en Montgomery. Y ese sentimiento está aquí con todas las mujeres que escogen decir “Me too (yo también)”, y cada hombre que escoge escuchar.
En mi carrera lo que siempre he intentado hacer, bien a través de la televisión o en películas, es decir algo sobre cómo los hombres y las mujeres se sienten, cómo perseveramos y cómo superamos las cosas. Pero la cualidad que todos comparten es la habilidad de mantener la esperanza incluso en el peor miomento. Pero quiero que todas las chicas que estén escuchando sepan que un nuevo día está en el horizonte.
Porque muchas mujeres -muchas están aquí mismo- y muchísimos hombres fenomenales están luchando duro para asegurarse de que ellos se conviertan en los líderes del mañana, que nos lleven un tiempo el que nadie tenga que decir nunca más 'yo también'".