Carmen Franco, la hija de Francisco Franco y madre de Carmen Martínez Bordiú, ha recibido la extremaunción en su domicilio de Madrid, tal y como ha revelado este mismo jueves La mañana de la 1, en TVE. Desde que le fue diagnosticado un cáncer terminal este verano, Carmen Franco ha vivido con resignación y mucha entereza la evolución de su enfermedad y, ahora, con 91 años, se enfrenta a este momento sin miedo.
"Aquí estoy, dispuesta a recibir aquello que venga, sin lágrimas; no tengo miedo a nada ni tan siquiera a la muerte, la he visto de cerca muchas veces y la conozco perfectamente", revelaba en la biografía autorizada de Nieves Herrero, Carmen. El testimonio novelado de la hija de Franco. Una mujer testigo de la historia, editado por la Esfera de los Libros este mismo año.
En todo este tiempo, los hijos y nietos de Carmen Franco no se han separado de ella y se han turnado para permanecer a su lado en su céntrica residencia de Madrid. Hace apenas unos días era su nieto Luis Alfonso de Borbón quien acudía a visitarla visiblemente preocupado, al igual que su esposa, Margarita Vargas, quien no pudo reprimir las lágrimas al hablar sobre ella y calificarla como "una mujer excepcional", según recogía Hola.com.
Fue el pasado mes de noviembre cuando Carmen Franco desvelaba la grave enfermedad que padecía y que le había sido descubierta meses atrás. "Ahora es catarro, pero lo que tengo es un cáncer terminal. Todo ha sido este verano, he estado 15 días de médicos y dicen que debe ser de hace tiempo, pero bueno, lo he asumido y no pasa nada. No tengo tratamiento, no hace falta, pero bien", explicaba entonces en declaraciones a La otra crónica.