El Duque de Alba, Alfonso Diez, Naty Abascal... arropan a la familia de la Condesa de Romanones en el funeral en su memoria
La nieta de Aline Griffith, Lulu Figueroa-Domecq, llegó de luto y con el gesto serio a la ceremonia celebrada en Madrid
Con su recuerdo en la memoria. Numerosos rostros conocidos asistieron al funeral en memoria de Aline Griffith, Condesa de Romanones, que se celebró en la iglesia de San Martín de los Navarros de Madrid. Arropando a la familia y recordando a la aristócrata estuvieron Carlos Fitz-James Stuart, Duque de Alba, con su hijo Carlos y su hermano Alfonso, Alfonso Diez, Alejandra Rojas y Paloma Segrelles madre. También asistieron a la misa Jaime de Marichalar y Naty Abascal, que llegó con Tomás Terry. Todos quisieron estar junto a la familia en estos momentos de dolor.
La nieta de la Condesa, Lulu Figueroa-Domecq, llegó junto a su marido, el historiador y antropólogo Adrián Saavedra, a la ceremonia, vestida de luto y con el gesto serio. Recordando a su madre estuvo también Álvaro Figueroa y Griffith, el actual Conde de Romanones, que recibió el cariño de los amigos que se acercaron para apoyarle y demostrarle su cariño.
Aline Griffith, Condesa de Romanones, falleció el pasado lunes 11 de diciembre a los 94 años de edad y sus restos mortales recibieron sepultura en Guadalajara, en una ceremonia íntima a la que asistieron sus familiares y amigos más cercanos. Es una de las aristócratas que tuvo una vida digna de ser contada. Nació en 1923 en Nueva York y recibió una exquisita educación, tras la que estudió Periodismo. En la Segunda Guerra Mundial fue reclutada como espía por la Office of Strategic Service de Estados Unidos, la antesala de lo que hoy en día es la CIA, y con quienes trabajó con el nombre en clave de Butch (Tigre).
“Moriré con mis secretos” dijo en alguna ocasión. Y es que sin duda fueron seguro unos años llenos de historias que bien podrían servir de argumento de una novela. Probó suerte además como modelo desfilando en las mejores pasarelas de Estados Unidos y Europa, lo que le dio una gran popularidad. Y es que, desde joven, siempre destacó por su estilo y elegancia. “Hoy en día no hay moda, ni glamour, ni nada. Yo he vivido lo que era la moda. Ahora eso se ha terminado” comentaba en una entrevista en la revista ¡HOLA!
Fue precisamente una misión como espía la que la trajo a España, donde se introdujo en la alta sociedad. Años más tarde se casó con Luis Figueroa y Pérez de Guzmán, III Conde de Romanones y Grande de España, fallecido a los 69 años en 1987. Tuvieron tres hijos, Álvaro, Luis y Miguel.