Es uno de los actores españoles con más carisma de la pantalla y se mueve como pez en el agua en la interpretación y la pintura. Jordi Mollá se ha sentado en el Chester de Risto Mejide para hacer un repaso de su carrera y recordar algunas de las oportunidades que se han cruzado en su camino. La película Jamón, Jamón fue para él un antes y un después en una trayectoria que con el tiempo le llevó a Hollywood, un salto que le dio vértigo al principio, tal y como admitió. “Cuando trabajas con los americanos, cuando te quieren, hay una presión que no te puedes ni imaginar” explicó, asegurando que en una de sus primeras audiciones para hacer cine allí se escondió en un lavabo por el miedo que tenía. “Estaba deseando que no me cogiera. Boicoteé mi audición” comentó.
Risto y Jordi reflexionaron acerca de la libertad que tienen los actores de aceptar o no un papel y fue entonces cuando el intérprete confesó que rechazó un trabajo en una de las series de culto americanas: Perdidos. “Me lo ofrecieron y no me explicaban nada ni sabía nada. Al día siguiente tenía que irme a Hawai durante 6 meses con un contrato que igual pues me ataba años. No lo sé, no quise entrar” comentó. “Me dijeron que sería perfecto si lo que quería era vegetar y escribir mis memorias. Yo no quería hacer nada de eso, pero lo pasé muy mal, sabía muy bien a qué estaba diciendo que no. Desde el sofá se ve todo muy fácil, pero luego hay que hacerlo” añadió.
Contó también los recuerdos que tiene de su compañera de reparto en Jamón, Jamón, Penélope Cruz, hacia la que no escatimó en halagos. “La conocí un poco antes de hacer la película. Era y es una preciosidad” dijo. “El día que la vi llevaba un jersey blanco, así, de cuello alto. Yo me había olvidado de que era la chica de La quinta marcha y me pareció una chavala muy simpática. Penélope es un chica con una magia bestial”. Y luego confesó que “se enamoró de ella” y quiso conquistarla. “Es estupenda, bella y linda” dijo.
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El intérprete actualmente está afincado en Los Ángeles donde ha desarrollado su faceta y talento como pintor, que compagina con su prolífica carrera de actor. Tiene pendientes de estreno Speed Kills, Posledniy chelovek in Atlantidy, Niente di serio y El hombre que mató a Don Quijote.