Cuando una sonrisa vale más que mil palabras, poco más se puede añadir. María Castro, conocida por su aparición en series como Sin tetas no hay paraíso y Tierra de lobos, es la viva imagen de la felicidad. Apenas un par de semanas después de que su pareja y padre de su hija, José Manuel Villalba, le pidiera que se casará con él ante las cámaras de El Hormiguero 3.0 (Antena 3), la actriz reaparecía, ilusionada y muy sonriente, en la presentación de Cookideas, el catálogo de El Corte Inglés con una selección de las mejores marcas de menaje de cocina, donde nos desveló los primeros detalles de su enlace, que aguarda con mucha ilusión, y nos habló de la sorprendente petición de mano: "No me lo esperaba, me sorprendió totalmente. No niego que nos queríamos casar. Lo habíamos hablado y lo queríamos hacer antes de ser padres, pero Maia llegó muy rápido y ya no hubo oportunidad, porque apenas tienes tiempo para nada y vas dejando de lado los planes de boda. Sin embargo, últimamente me preguntaba más por cómo me gustaría que me pidiese el matrimonio o cómo me gustaría que fuese el anillo de pedida. ¿Cómo iba a imaginar yo que iba a hacer semejante pedida? Siempre me decía que quería hacer algo especial pero…¡tan especial!"
- ¿Qué pasó por tu cabeza cuando le viste aparecer en el plató?
Me chocó muchísimo porque, para que él estuviese en el programa, la niña tenía que estar con alguien y mis padres no estaban con nosotros esa semana y no tenemos canguro nocturno. Por eso, mi primera reacción al verle fue preguntárle por Maia. Me dijo al oído que la había dejado en casa de unos vecinos y después me enteré que se había quedado compartiendo cuna con otro niño.
- ¿Tenéis fecha ya?
Todavía no, pero queremos casarnos el próximo año en Bayona (Galicia). Dependerá de nuestros trabajos y tiene que hacer buen tiempo, así que será más o menos en el verano. Por ahí va la cosa. Y aunque habíamos hablado siempre de celebrar una boda de dos días, probablemente añadamos uno tercero para dedicarlo a la reforestación del lugar después del incendio que hemos sufrido este pasado verano. El primer día, José Manuel va a invitar de su bolsillo a empanada y vino a doscientas personas para reforestar los montes. Al día siguiente, iré con las uñas llenas de tierra a casarme y el tercero nos gustaría coger un barco para ir a las Islas Cíes porque vendrá mucha familia de fuera y queremos que conozcan mejor el lugar.
- ¿Qué nos puedes contar del vestido? ¿Cómo te gustaría que fuese?
No lo he imaginado todavía, porque no tengo un estilo definido. Hasta que no tenga elegida la fecha, no lo tendré claro, pero lo que sí tengo decidido es que será blanco.
- Seguro que vuestra hija, Maia, tendrá un papel muy especial.
Seguro. Pero todavía no sé cuál. Tiene ya un año y medio y es una niña muy simpática y habladora. ¡En eso ha salido a mí! (risas) Lo que pasa es que también está en la etapa en la que no para e investiga todo.
- ¿Te planteas aumentar la familia?
Sí. Es más, cuando estaba embarazada de Maia, ya estaba pensando en el segundo. Con una niña no nos vamos a quedar, eso seguro. Soy muy madraza y tengo claro que repetiré la experiencia.
- Pero Maia fue un poco embarazo sorpresa...
Los dos teníamos claro que queríamos ser padres y empezamos a no poner barreras, pero creíamos que íbamos a tardar más en llegar.
- ¿Te imaginabas la maternidad así?
Yo creo que nadie se lo puede imaginar, porque es un sentimiento que no se puede explicar. Para mí es algo precioso a la par que agotador. Hay que ser realistas y reconocer que apenas te queda tiempo para nada.
- ¿Cómo te apañas para compaginar todo con tu trabajo como actriz?
Tengo la suerte de poder contar con la ayuda de los abuelos. Ahora, por ejemplo, están mis padres en Madrid porque yo estoy con la gira de teatro de Dos más dos, pero, en enero, comenzaremos a llevarla a la guardería.