Ni te imaginas el motivo por el que George y Amal Clooney repartieron auriculares en un avión
La pareja dejó sin palabras a los demás pasajeros al dejarles una nota que decía: 'Disculpas por adelantado'
Sí, sí, has leído bien. George y Amal Clooney dejaron sin palabras a los viajeros que iban en primera clase de un avión con destino a Reino Unido. ¿El motivo? Al llegar a sus asientos se encontraron con unos auriculares junto a una nota que decía: "Disculpas por adelantado". Y es que el actor y su mujer viajaban acompañados de sus mellizos, Ella y Alexander, que ya tienen seis meses, y no querían que si lloraban o se ponían inquietos pudieran molestar al resto de pasajeros.
Sin duda, fue todo un detalle y el matrimonio Clooney demostró que, a pesar de que a esas edades es normal que los niños lloren, intentaron que fuera un viaje lo más tranquilo posible. De hecho, hubo muchos que no se lo pensaron dos veces y aprovecharon este regalo tan original para desconectar de cualquier tipo de ruido. "Incluso Quentin Tarantino, que estaba a bordo, llevaba los auriculares", dijo al portal Page Six un testigo, que aseguró que durante todo el vuelo los bebés se portaron muy bien y "no dijeron ni pío".
George, de 56 años, y Amal, de 39, dieron la bienvenida a los pequeños Ella y Alexander el pasado mes de junio en Londres. Como ya habían confesado con anterioridad, casarse y tener hijos no siempre formó parte de los planes del actor, sin embargo ahora no puede ser más feliz. “Cuando Amal y yo nos conocimos y cuando nos casamos quedó muy claro que éramos muy afortunados… Parecía egoísta no compartir parte de esa suerte con otras personas", dijo el intérprete en una entrevista.
- Los felices papás George y Amal Clooney reaparecen con nuevos detalles de sus bebés
Los felices papás reaparecieron a finales de octubre sin poder dejar de sonreír y de lo más cómplices, demostrando el momento tan especial que están viviendo. Clooney aseguró que desde que se enteraron que iban a ser padres comenzó a prepararse para el papel, aunque verdaderamente no se lo creyó del todo hasta que los bebés nacieron. “Me di cuenta de que era verdad justo en el minuto en que nacieron. Nada es tan real hasta el momento en que los ves allí entre sonriendo y llorando. Entonces, piensas: ‘espera un minuto. ¿Qué es eso?’ Éramos dos y ahora somos cuatro’. Todo ha cambiado”.