La fortaleza de Irene Villa, tras el duro golpe que ha vivido: 'Todo pasa por algo, siempre pienso eso'
La periodista y psicóloga habló de cómo ha afrontado la reciente operación en la que le extirparon las trompas de Falopio tras un embarazo ectópico
Durante toda su vida Irene Villa ha dado un gran ejemplo de superación y fuerza. Y este nuevo revés que ha sufrido lo ha vuelto a afrontar de la misma manera, con la entereza que la caracteriza. Irene y su marido Juan Pablo Lauro han afrontado uno de sus momentos más complicados cuando, tras conocer que esperaban su cuarto hijo, descubrieron que se trataba de un embarazo ectópico y que la periodista tenía que entrar en quirófano para que le extirparan las trompas de Falopio. “Justo cuando tengo que viajar me llaman y me dicen que el test de sangre había dado una beta positiva, embarazo de cinco semanas. Y tengo que viajar, pero el médico dice que no puedo viajar, que tiene que ver cómo estaba la trompa. Pero asumí el riesgo dije tengo que ir” explicó en el programa Sálvame Deluxe –tenía una conferencia en Bruselas-.
“El médico me dijo si se te hincha el vientre vete corriendo a urgencias y que te quiten la trompa y fui rezando todo el vuelo” confesó. Cumplió con su compromiso y después la operaron, una situación ante la que no pudo contener la tristeza. “Cuando ingresé y ya con mi familia no podía parar de llorar. Digo pero si tengo tres hijos maravillosos, todo está bien… pero claro es un sueño que de pronto ves que se trunca” dijo, sobre la posibilidad de que por fin llegara la ansiada niña. Ella estaba convencida de que así era. Quiso agradecer Irene las muestras de cariño que ha recibido estos días, igual que hizo tras la intervención a través de las redes sociales. “La de amor y cariño que he recibido de toda España ha sido alucinante” señaló.
Positiva y fuerte, ha logrado de nuevo superar este revés. “Tengo la capacidad de que en seguida le doy la vuelta a la tortilla. Todo pasa por algo, siempre pienso eso”. Irene contó que su madre le enseñó a ver las cosas desde un punto de vista positivo. “La vida la puedes ver como una tragedia, una condena o una lucha que nunca llega la recompensa o como un regalo maravilloso, una oportunidad de crecer. Fue la lección que me dio mi madre, hija, tenemos dos opciones y con eso me he quedado”. No descarta sin embargo que un día llegue esa deseada niña a su casa. “La verdad es que como tanta gente me ha dicho sería muy bonito que adoptaseis, ahora nuestros hijos son pequeños y como dice mi marido vamos a centrarnos en ellos y en esa cuarta hija que ahora es nuestra fundación, en la que ponemos nuestro amor, y con los chavales de la fundación Prodis y quizás es nuestra cuarta hija. Pero quién sabe… no descarto en un futuro” añadió.
Irene Villa, ejemplo de positividad y superación ante un nuevo varapalo de la vida
Irene Villa ya está en casa tras su duro paso por el hospital
Recordó algunas de las cosas que piensa para seguir adelante tras un golpe así y volvió a demostrar en sus palabras que es un auténtico ejemplo de fortaleza. “Qué importante es generar energía positiva, ver el vaso medio lleno y decir aquí no ha pasado nada, no quedarte en el drama, no hay problemas hay decisiones que tomar, nuestra decisión ha sido seguir hacia delante. Tenemos esa filosofía de vida, mi madre nos la ha metido en vena desde que somos pequeñas, y creo que es la forma más inteligente de vivir. Siempre hay golpes. La vida es caerte y lo que importa son las veces que te tengas que levantar” señaló.
Irene cuenta con el apoyo incondicional de su marido Juan Pablo Lauro, que, según dice, “tiene más los pies en la tierra” y es “la cabeza sensata” de la relación. Ahora que se acercan estas fechas, recordó unas Navidades muy especiales para ella. “Juan Pablo esa nochebuena sin decirme nada, pidió la mano a toda la familia, dijo que me quiero casar. Fuimos a Argentina y en Mar del Plata y me llevó a cabo corrientes, el mar, luna llena enorme, se me arrodilla y me enseña los dos anillos de casados, no podía parar de llorar”. Irene está casada con Juan Pablo Lauro desde 2011 y tiene tres hijos, Carlos, Gael y Eric, de solo 15 meses.