Apenas trece días después de la muerte de Chiquito de la Calzada, comienzan a surgir los problemas y las especulaciones en torno a su herencia. El testamento de Gregorio Sánchez todavía no ha podido abrirse, pero ya hay voces que apuntan a que el popular humorista, que se quedo viudo en 2012 y no tenía hijos, habría nombrado a su sobrina Loli como heredera universal. No obstante, todavía se desconoce el dueño y habrá que esperar a conocer la última voluntad de Chiquito.
Loli es hija del hermano mayor del humorista, Francisco, ya fallecido, y es la persona que más pendiente estuvo de Chiquito y fue quién más le apoyó tras la muerte de su mujer, Pepita, que le sumió al cómico en una profunda tristeza. Al parecer, el hecho de que fuera su sobrina la posible heredera de buena parte de sus bienes habría provocado rencillas entre el resto de miembros de la familia, como su hermano Tomás o el resto de sobrinos. Gregorio Sánchez no tiene obligación alguna en la disposición de sus bienes ya que no tiene herederos forzosos. Según lo que recoge el Código Civil, la legítima se divide en tres para los hijos, los padres y el cónyuge, pero en el caso de Chiquito no cuenta con esos herederos forzosos.
Durante los veintitres años que ha durado su fama cosechó un gran patrimonio. Dicen sus más allegados que era una persona modesta y austera, que no gastó mucho dinero durante su vida. El patrimonio que deja Chiquito incluye todas sus propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol, sumado a su casa en Málaga situada en pleno paseo marítimo Antonio Machado, así como el dinero que habría ahorrado durante su tiempo que duró su éxito sobre los escenarios.
Gregorio Esteban Sánchez Fernández, más conocido como Chiquito de la Calzada, falleció a los 85 años. El artista no ha pudo superar la infección que el pasado 31 de octubre le llevó a ingresar en el hospital Carlos Haya de Málaga y por la que tuvo que ser ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del citado centro. El humorista saltó a la fama en 1994 gracias al programa Genio y figura de Antena 3. Su particular forma de contar chistes así como sus célebres expresiones y onomatopeyas pronto calaron en el público y se convirtió en uno de los humoristas más queridos de España, creador de un lenguaje propio. El artista apareció en todos los espacios de humor de aquella época y logró conquistar a los espectadores.