La familia Dominguín-Bosé está viviendo un momento especialmente duro tras conocerse que la matriarca del clan, Lucía Bosé, ha sido acusada por la Fiscalía Provincial de Madrid de un delito de apropiación indebida de un dibujo de Pablo Picasso, que este regaló a la tata de la familia Dominguín y que después fue vendido en subasta pública por un importe de 198.607 euros. Por este motivo la Fiscalía solicita dos años de prisión para la actriz.
Como no podía ser de otro modo, toda la familia ha cerrado filas en torno a la protagonista de los hechos quién, hasta el momento, no ha querido hacer declaraciones al respecto de la difícil situación que atraviesa. Sus tres hijos están muy pendientes de ella y, aunque apenas se ha visto a los miembros de la familia Bosé tras conocerse la noticia, el pasado domingo Lucía Dominguín acudía hasta la casa de Lucía situada en la localidad segoviana de Brieva para ver a su madre y, de paso, recibir las visitas de amigos y conocidos que se acercaban hasta la casa de la artista.
-Fiscalía pide 2 años de prisión para Lucía Bosé
La actriz italiana no ha salido de su casa desde que saltó la noticia dado que le ha afectado mucho todo lo que se ha estado diciendo de ella. Fuentes del entorno más próximo a la madre de Miguel Bosé aseguran que, a sus 86 años, no puede entender lo que está ocurriendo, así como tampoco la denuncia presentada por las sobrinas de Remedios T. M., la mujer que vivió con la familia durante la mayor parte de su vida.
Precisamente, la persona encargada del cuidado de Lucía Bose aseguraba a los reporteros de Gtresonline que se encuentra bien y que el empeoramiento de salud que ha sufrido en los últimos días se debe a un problema de vértigos, ajeno a la problemática judicial a la que se enfrenta.
Así las cosas, son muchas las voces que se posicionan al lado de la familia Dominguín-Bose y en especial de Lucía Bosé. Curiosamente, Felipe Latas, el hermano de las denunciantes, ha asegurado al programa Sálvame que “pone las manos en el fuego por Lucía Bosé”. Habla textualmente de “traición” por parte de sus hermanas y considera que puede tratarse de una venganza, pues una de sus hermanas trabajó para Miguel y fue despedida de la casa. Unas palabras que echan si cabe más leña al fuego de un enfrentamiento, del que se prevé, aún quedan muchos capítulos por resolver.
Las nuevas dificultades para el clan Bosé llegan cuando no se ha cumplido el primer aniversario de la muerte de Bimba, fallecida el pasado mes de enero. Un duro golpe para la familia que supuso una gran pérdida de la que aún siguen recuperándose.