Carmen Franco, de 91 años, ha hecho unas duras declaraciones sobre su estado de salud. Ha contado que padece un cáncer terminal que le detectaron este verano a la vuelta de un viaje tras encontrarse algo más fatigada de lo habitual. La madre de Carmen Martínez Bordiú ha hecho estas duras declaraciones a La Otra Crónica (LOC): "Buneo sí, ahora es catarro, pero lo que tengo es un cáncer terminal. Todo ha sido este verano, he estado 15 días de médicos y dicen que debe ser de hace tiempo, pero bueno, lo he asumido y no pasa nada. No tengo tratamiento, no hace falta, pero bien", explicaba en conversación telefónica con el citado medio.
Pese a la crudeza del diagnóstico, las palabras de Carmen muestran una gran entereza y serenidad lejos de cualquier dramatismo y asegura no tenerle miedo a la muerte, según refleja el párrafo final de la novela histórica de Nieves Herrero, Carmen. El testimonio novelado de la hija de Franco. Una mujer testigo de la historia, editado por la Esfera de los Libros. En ese libro asegura: "Aquí estoy, dispuesta a recibir aquello que venga, sin lágrimas, no tengo miedo a nada ni tan siquiera a la muerte, la he visto de cerca muchas veces y la conozco perfectamente".
Su familia es conocedora de su estado de salud, "pero han preferido dejarlo en familia y que sea ella misma quien hable de su salud", apuntan desde LOC. Las alarmas saltaron cuando volvió, algo más cansada de lo habitual, de un viaje que hizo con una amiga el pasado verano. Al parecer también tenía previsto acompañar a su hija Carmen Martínez Bordiú a Irán, un viaje que finalmente hizo con su novio, Timothy McKeague.
Otro de los episodios que ha podido afectarle a su salud ha sido la persistencia de los partidos gallegos de izquierda a expropiar el Pazo de Meirás a la familia Franco y que hicieron que pasara el estío cerca de Madrid y de sus médicos. También ha tenido que hacer frente al proceso judicial de otro de sus hijos, Francis Franco, por un delito de atentado contra la Guardia Civil que, supuestamente, cometió en 2012. El fiscal apunta que Francis habría estado circulando por pistas forestales con las luces apagadas y a gran velocidad. Cuando los agentes le dieron el alta, el vehículo huyó y se produjo una persecución, según el citado medio.