Pastora Soler se derrumba al recordar el momento más duro de su vida
La cantante no pudo reprimir las lágrimas cuando su marido, Francis Viñolo, habló con Bertín Osborne de los meses previos a la retirada voluntaria de la artista para recuperarse de su miedo escénico
El gran público habla de ella como Pastora Soler, pero en realidad se llama Pili Sánchez y anoche, en el programa de Bertín Osborne, mostró su lado más íntimo. Dejó en un segundo plano a la artista, para dar voz a la persona, sobre todo, a la hora de hablar de los dos momentos más duros de su carrera, el desmayo en Sevilla (el 8 de marzo de 2014) y la pérdida de voz en Málaga meses después. Tras dos años de retiro voluntario, lo tiene todo. Una familia que se desvive por ella y una agenda repleta de conciertos por toda España para presentar su nuevo trabajo.
La cantante, que recibió a Bertín en su casa de Coria del Río, reconoció que después de Eurovisión comenzó a "obsesionarse" con el trabajo. "Yo solita me empecé a poner los listones muy altos porque sentía que era mi oportunidad", dijo. Durante la gira posterior al concurso, ya no disfrutaba los conciertos, y un día antes de actuar en su tierra se levantó "griposa", pero siguió adelante. "En vez de suspender, me callé, y todo eso hizo que estuviera muy nerviosa. Me desmayé cuando iba por la mitad del concierto. Empecé a cantar con mucha ansiedad y lo último que recuerdo es que pensaba que tenía que cambiarme de vestuario. Y ya no me acuerdo de nada más...", relató emocionada.
"Me llevaron al hospital, me hicieron muchas pruebas, algunas del corazón, pero me dijeron que fue un síncope. No paraba de llorar y hasta días después no fui consciente de lo que me había pasado", señaló. "Me dolía por mi familia, por todo el mundo que estaba allí...". A partir de entonces, la pregunta que atormentaba a la artista era "¿y si me vuelve a pasar?", sin embargo, continuó con su carrera y eso, según contó, fue "el mayor error" porque "no estaba concentrada, aunque mucha gente no lo notaba, pero me estaba destruyendo, estaba destruyendo a Pastora y a Pilar".
Y llegó el día de ponerse ante el público del Teatro Cervantes de Málaga, la tierra de su marido, Francis Viñolo, donde se quedó sin voz. "Muda de la misma tensión", destacó. Abandonó el escenario y se refugió en su camerino, debajo de una mesa. "Si hubiera habido algo ahí, yo me hubiera quitado la vida, era demasiado dolor, dejar otra vez a mi público...", prosiguió. "Cerré los ojos, me meti en el coche y no los abrí hasta que llegue al hotel. Esa noche no dormí y pensaba que había sido muy feliz durante 20 años cantando, pero que hasta aquí había llegado. Informé a mis fans a través de un comunicado, y mi familia lo aceptó". añadió.
En un momento de la entrevista, saltó a escena Francis, revelando cómo había vivido él los momentos previos al retiro voluntario de su mujer. "Fatal, estar a su lado y ver que estaba al límite... Lo veía venir porque en los últimos meses, desde que pasó lo de Sevilla, dejé de ver a mi mujer. Pili se perdió para mi, estuvo un tiempo perdida. Estaba viviendo con Pastora Soler y yo no me enamoré de la cantante, me enamoré de la persona", explicó.
Francis, que antes de ser pareja de la artista fue su corógrafo y bailarín, comentó que no sabía "cómo ayudar" a su mujer. "La solución era dejarlo, pero quien tenía que tomar esa decisión era ella". Por eso, cuando Pastora dijo "hasta aquí" para él fue "una liberación total". "Cuando tocas fondo lo único que queda es levantarse y cuando me encontré a mi mujer debajo de la mesa hecha una bolita... Como marido tienes que ayudarla".
"Yo me dejé llevar, me paré y disfruté, no me puse una meta de tengo que recuperarme. Y el momento en el que me quedé embarazada no pudo ser más perfecto", apuntó la cantante, que no puede estar más orgullosa de su pequeña Estrella, de tan solo un año, gracias a quien empezó a cantar de nuevo, aunque fuera en petit comité. "Empecé a cantarle a mi hija, le cantaba a la barriga", dijo emocionada.