Después de su viaje a Mónaco, donde acompañó a su marido Iker Casillas en los premios Golden Foot 2017 y triunfó con sus looks, Sara Carbonero ya se encuentra de regreso en Oporto donde ha hecho una de las cosas que más le gustan: disfrutar de la ciudad y de la compañía de sus hijos.
La periodista ha publicado unas imágenes en su Instagram Stories de lo más divertidas en las que se ven las manitas de sus niños coloreando unos dibujos colocados en la pared. Una, de Lucas, que en breve cumplirá año y medio, y, otra, de Martín, que en enero soplará las cuatro velas de la tarta. Con la llegada del frío los pequeños de la pareja pueden disfrutar menos tiempo de sus juegos al aire libre en las calles y playa de Oporto, pero parece que en casa, con sus pinturas, también se lo pasan a las mil maravillas. Gracias a los contenidos que Sara comparte en las redes sociales conocemos un poco más de sus hijos y su vida en Portugal y podemos ser testigos de los avances y de cómo crecen Martín y Lucas.
Aunque es muy familiar y le encanta pasar tiempo con sus pequeños, Sara también sabe disfrutar de su chico a solas. Esta semana le acompañaba a Mónaco, donde Iker fue galardonado con el Premio Golden Foot 2017, que le entregó Pierre Casiraghi por ser el mejor jugador mayor de 28 años del mundo, superando en las votaciones a otros futbolistas como Cristiano Ronaldo, Leo Messi o Sergio Ramos, entre otros. Su mujer no pudo estar más orgullosa de él y por eso no dudó en subir al escenario del hotel Meridien Beach Plaza para felicitarlo, momento que sirvió para comprar la química que existe entre ellos y la complicidad que hay entre ellos.
En esa gala, Sara dejó constancia de su estilo y de por qué se ha convertido en una de las it girl más seguidas. En la capital del Principado deslumbró con dos estilismos muy diferentes, pero igual de impresionantes. Sara sorprendió primero con un esmoquin en el que sus zapatos, al más puro estilo de Carrie en Sexo en Nueva York. La presentadora llevó una chaqueta negra de terciopelo, una blusa blanca anudada al cuello y los míticos zapatos de seda negro de Manolo Blahnik, los favoritos de la actriz Sarah Jessica Parker en la película.
Si con este look sorprendió, el que se puso después en la cena de gala de los galardones tampoco dejó indiferente. Con un estilo totalmente opuesto, pero igual de impresionante en su noche más mágina, la comunicadora nos dejaba sin palabras con un diseño de Roberto Diz en color blanco, de manga larga, escote en V y abertura en las piernas que le sentaba fenomenal y con el que estaba de lo más atractiva. Lo combinó con unas sandalias de Aquazzura de tercipelo en gris perla con apliques de perlas y metálicos y joyas de Áatha Paris.