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Boris Izaguirre recibía ayer en su casa a Bertín Osborne. El escritor y periodista se convertía en el protagonista de Mi casa es la tuya y desvelaba alguno de sus secretos más ocultos, entre ellos, su dura y difícil infancia. "Nunca quise ser niño, quería ser adulto. En el colegio me sabía todo, porque una vez que ya pude leer, me leía todo, todo…", revelaba el también 'showman'.
Irónico y muy culto, Boris recuerda sentirse superior al resto de sus compañeros. Tal vez por ello, siendo adolescente se fue al quiosco a comprar la revista ¡HOLA!, algo que cambió su vida. "Me fui al kiosco de la esquina de mi casa y me compré el HOLA, que tenía en portada a Farah Diva en su visita a Caracas. Yo estudiaba la revista ¡HOLA! y hoy todavía la estudio. Así como mi padre tiene en su educación sentimental varias películas, yo tengo a ¡HOLA!". Tras ello, el venezolano comenzó a escribir telenovelas y eso le hizo venir a vivir a España.
El también guionista, reconocía que su infancia en el colegio estuvo marcada de duros momentos. "Recibí golpes e insultos por mi condición sexual. Llamaba la atención por cómo vestía y por mi forma de ser", reconocía. A eso, el escritor tuvo que sumar su grave problema con la dislexia: "No supe atarme los cordones hasta los 9 años y tardé muchísimo tiempo en aprender a leer porque no podía poner en orden las cosas". Una enfermedad que a día de hoy le sigue afectando a la hora de escribir.
Su madre fue la persona que más le ayudó a sobrellevar esa dislexia. Hablando de ella, Boris dejaba a un lado su maravilloso y contagioso buen humor y se rompía. "No he llorado suficiente la muerte de mi madre. Me paso los días aterrado pensando que con la cosa más pequeña vaya a desbordar ese llanto", declaraba entre lágrimas. "No he tenido tiempo de agradecerle todo lo que hizo por mí. Ella me enseñó la disciplina y la seriedad", reconocía. Belén Lobo, madre de Izaguirre, falleció en 2014 a causa de un cáncer.
De su paso por Crónicas Marcianas; su despido en la Cadena Ser y su posterior fichaje por Telemundo, donde trabaja actualmente desde su sede de Miami; o su pareja Rubén Nogueira, con el que lleva 25 años juntos a pesar de que él rechaza la fama y nunca ha querido formar parte de ese mundo, fueron otros de los temas que Boris y Bertín hablaron.
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