Cuatro años después de que Michael Schumacher sufriera un aparatoso accidente de esquí en Francia que le provocó severas lesiones cerebrales, las escasas informaciones sobre su estado de salud se han mantenido en la más estricta intimidad. Tan sólo las personas más allegadas al piloto conocían su verdadera situación. Ahora, el alemán parece haber experimentado una leve recuperación, aunque por el momento se trata de pequeñas mejorías. Algo que sin duda ayuda a su familia a no perder la esperanza.
La mujer y la hija de Schumacher, el mejor apoyo del piloto tras su t errible accidente
Medios europeos como Bunte o Expressen aseguran que el paciente se encuentra relajado en su domicilio, donde un equipo profesional de cuidadores y terapeutas sigue su evolución a diario y le ayuda con la rehabilitación. Tal es el optimismo de su familia que ésta ha comenzado a percibir pequeñas señales comprensibles sólo por aquellos que mejor conocen al piloto. "Tanto Corinna, su mujer, como sus hijos aún esperan que ocurra un milagro médico", confesaba recientemente un amigo de la familia en conversación con la publicación alemana.
Su excelente condición física ayuda, sin duda, a que ese atisbo de esperanza en su recuperación esté más presente que nunca, aunque por el momento la familia prefiere mantener los pormenores en privado, tal y como confesaba la agente del heptacampeón del mundo de Fórmula 1, que insistía en que se respetara la decisión de que la prudencia y la discreción fueran el pilar sobre el que se sustenta la evolución de Schumacher. Sin embargo, hace solo unos días Willi Weber, exrepresentante del piloto, lamentaba que los seguidores no conocieran más detalles acerca de la situación real del deportista.
Mientras tanto, Mick Schumacher está decidido a seguir los pasos de su padre. A sus 18 años, el hijo del siete veces campeón mundial compite en Fórmula 3 a la espera de acceder a la máxima categoría, la que tantas alegrías y premios dio a su padre. Aunque no ha tenido una temporada exitosa, Mick no pierde la esperanza y confía en seguir aprendiendo para poder progresar y aspirar a lograr su meta deportiva, que no es otra que continuar la estela dejada por su progenitor.
Mick Schumacher, tras los pasos de su padre