SU LADO MÁS DESCONOCIDO

Siete curiosidades que quizás no sabías de Boris Izaguirre

El escritor y colaborador siempre se ha mostrado sin tapujos en televisión. Sin embargo, el gran público desconoce aún algunos detalles de su vida

Por hola.com

Es venezolano, pero "se siente muy castellano" por todos los años que lleva en España y porque es aquí donde Boris Izaguirre encontró el amor y ha desarrollado gran parte de su carrera después de saltar a la fama en Crónicas Marcianas. Este miércoles por la noche se abre en canal en Mi casa es la tuya, un programa en el que desvelará algunos curiosos detalles de su vida desconocidos para el gran público hasta ahora.

Nunca fue a la universidad

"La televisión ha sido mi escuela, mi universidad, mi trabajo...". Las palabras del propio Boris son una muestra de que su talento no se fraguó entre los libros, sino con su experiencia. De hecho, el escritor venezolano no llegó a cursar estudios universitarios. A los 16 años comenzó a colaborar en un periódico de su país en el que cada semana escribía una columna de crónica social. Con el paso de los años, logró hacerse un hueco tanto en la televisión como en el mundo literario.

Casado con un gallego

Boris Izaguirre conoció al interiorista Rubén Nogueira en el año 1992 en Santiago de Compostela, donde el showman residió durante una temporada. Ya entonces supo que era el hombre de su vida, aunque tuvieron que pasar 14 años para que la pareja decidiera darse el sí, quiero en una boda íntima y discreta, tanto fue así que apenas cuatro testigos asistieron al enlace, en el que no faltaron las anécdotas. De hecho, el escritor, cuya boda le pilló prácticamente por sorpresa, tuvo que comprarse unos zapatos de camino al Registro Civil.

 

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Es disléxico

En su haber figura cerca de una docena de novelas y ensayos. Sin embargo, Izaguirre es consciente del arduo trabajo que le supuso lograr plasmar todas sus aspiraciones sobre el papel, teniendo en cuenta su condición de disléxico. "Hay cosas que no se eliminan: sigo confundiendo la izquierda con la derecha, cambio los nombres y escribo fatal. Pero el esfuerzo de mis padres consiguió que pudiera ser escritor", confesaba hace unos años a la revista People. De hecho, fue su madre la que se dio cuenta de la dificultad que tenía su hijo y enseguida recurrió a la ayuda médica en busca de una mejoría.

Finalista del premio Planeta 2007

Un año después de contraer matrimonio, otra buena noticia llegó a la vida de Boris. Su obra Villa Diamante le supuso un enorme reconocimiento al quedar finalista del premio Planeta. Ese año, 2007, resultó ganador el escritor Juan José Millás con su obra El Mundo, que presentó con un título y un nombre ficticios.

Guionista de telenovelas

El escritor no comenzó su trayectoria profesional en televisión, ni siquiera rubricando libros. Sus primeros pinitos en el mundo artístico tuvieron su fundamento en las telenovelas. Pocos saben que detrás de títulos tan célebres como La dama de rosa o Rubí rebelde se encontraba la firma de Izaguirre, que trabajó como coguionista durante un tiempo. Antes, con sólo 16 años, ya había escrito en el diario El Nacional de Caracas. El éxito de dichos seriales le trajo a España, donde siguió colaborando en los guiones de programas como Inocente, inocente o El Súper. Tiempo después se convertiría en uno de los rostros más conocidos de la pequeña pantalla. 

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Sufrió bullying

El escritor y colaborador de televisión sufrió bullying durante su infancia. "Mi madre hizo un esfuerzo muy grande en protegerme, en hacerme ver que la verdadera lucha era con el resto y no con mi familia", reveló a Bertín Osborne durante su primera entrevista en Mi casa es la tuya.

Entre los recuerdos de Izaguirre, hay uno que todavía está muy presente y que tiene que ver con los consejos que le daba su progenitora. "Mi madre me decía que no tratara de llamar la atención con la ropa o con el pelo, porque ya la llamaba yo solo. Con 9 o 10 años, me dio por ir andando al colegio. Pasaba por una obra y por una embotelladora, en las dos me gritaban 'maricón' con esa edad. Lo que hice fue acercarme más a la verja donde me gritaban, y me gritaban más, y se ponían más violentos".

Su curioso comienzo en Crónicas Marcianas

Conoció a Javier Sardá de una forma muy peculiar, que fue precisamente el germen de sus inicios en el conocido programa de televisión. Doce años después de haberse lanzado a escribir los guiones de telenovelas, se descubrió a sí mismo paseando por las calles de Barcelona y observando uno de los coches allí apostados. Su dueño le invitó entonces a ver con más detenimiento la carrocería y la tapicería del interior. "Ese dueño era Sardá y de ese diálogo surgió la invitación a incorporarme a Crónicas Marcianas, recordó Boris.