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La vida ha comenzado en la academia de OT a buen ritmo y es que los concursantes se han dado ya cuenta de la exigencia que supone un concurso de estas características. Un intenso horario de clases se combina con los ensayos de las canciones o tareas domésticas tan básicas como lavar los platos o poner una lavadora. El aislamiento es una de las cosas que más está costando a algunos aspirantes, aunque también el darse cuenta de las limitaciones personales ha sido algo que ha provocado más de un disgusto. Comencemos a hacer un repaso de estos días en la escuela más famosa de la televisión.
El día comienza en torno a las 8.30 cuando suena el despertador, un mini desayuno, y a las 9.00 horas ya están todos en clase de fitness con Magali. De 9.45 a 10.30, se duchan y desayunan para llegar a las 10.30 a la primera clase (han tenido ya Cultura musical y Redes). A las 11.45 comienza la segunda, han dado por ejemplo técnica vocal, o hay tiempo de ensayo como ocurrió el jueves. A las 12.45, hay una clase de baile hasta las 13.55 (han tenido hip hop/urban con Cris Burgos y otra hora con Pol Chamorro). Hasta las 15.30 tienen tiempo de asearse y comer y después ellos mismos recogen la mesa, friegan los platos y ponen la lavadora.
La tarde se dedica a ensayar los temas de la primera gala, de 16.00 a 21.00 horas, que es cuando se sirve la cena -con breve descanso de 18.00 a 18.30 para merendar algo-. Antes de la gala del lunes habrá además ensayo de las coreografías y pases de micro, en los que se pulirán los errores de cara al número final. En esta velada, sonarán ocho temas interpretados cada uno por un dúo: Miriam y Agoney cantarán Runnin, de Beyonce y Naughty Boy; Ana Guerra y Mimi, Don’t you worry about a thing’, de Stevie Wonder; y Nerea y Amaia, Las cuatro y diez, de Luis Eduardo Aute.
Roi y Ricky, Tu enemigo, de Pablo López; Mireya y Juan Antonio cantarán ¡Corre!, de Jesse & Joy; Raoul y Thalía, Cake by the ocean, de DNCE; Marina y Alfred, Don’t dream it’s over, de Crowed House; y Cepeda y Aitana, No puedo vivir sin ti, de Los Ronaldos. Ha sido precisamente Aitana una de las que no ha podido contener las lágrimas estos días. Es una de las benjaminas de este año y, tras perderse en varias ocasiones en clase de baile y ver que no seguía bien el ritmo, se sintió desmoralizada. La profesora, Cris Burgos, la tranquilizó y le dijo que estaban ahí para aprender, precisamente lo mismo que le dijo su compañera Mimi: que con esfuerzo y constancia se puede conseguir todo. Una valiosa lección. Su compañero Juan Antonio también fue superado por la presión y se planteó abandonar, debido a las críticas recibidas por su actuación.
El ajetreado ritmo de clases deja poco tiempo libre a los concursantes que sin embargo aprovechan cualquier rato para practicar los ejercicios que les han enseñado o pulir sus canciones, demostrando mucho interés por avanzar. No es extraño, están en juego sus carreras. ¿Quién crees que triunfará el próximo lunes?
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