El noviazgo de Ben Affleck y Lindsay Shookus continúa viento en popa. La pareja está decidida a dar un paso más y mudarse al que, según apuntan medios internacionales, será su nuevo hogar en Santa Mónica (California).
El portal de noticias americano TMZ Ha confirmado en primicia que Ben y Lindsay estuvieron, hace pocos días, mirando algunas propiedades en la exclusiva ciudad del condado de Los Ángeles. Según las mismas informaciones, la pareja empleó todo el día en visitar lujosas mansiones en la zona. La publicación, que ofrece datos sobre las propiedades por las que se interesaron, afirma que Affleck y Shookus acudieron a visitar una casa en las montañas de Santa Mónica, en venta por algo más de 15 millones de euros, otra en el área de Pacific Palisades, cuyo precio rondaría los 10 millones de euros, y otra en el barrio de Brentwood, en el mercado también por una cifra de aproximada de 10 millones.
A pesar de que, según aseveran las fuentes del conocido medio, también visitaron una mansión que todavía se encuentra en construcción y en la que invirtieron un largo tiempo de visita (casi una hora), la pareja habría mostrado una especial inclinación por la propiedad situada en las montañas. Una casa de la que Shookus salió portando un folleto informativo con todas las características de la misma, según se apunta en la publicación americana.
Una fuente cercana a la pareja ha asegurado a la revista People, que ambos buscan una “casa amigable y familiar”. Una afirmación que ha disparado los rumores sobre la posibilidad de que Affleck y Shookus busquen adquirir una casa juntos. No obstante, parece que será Ben el único comprador, aunque, según apunta la misma información, “Lindsay daba en todo momento su opinión, pero quedó claro que no van a comprar una casa juntos”.
Las novedades en la vida de Ben Affleck aparecen en un momento convulso para el actor tras las afirmaciones de varias mujeres, como la maquilladora Annamarie Tendler o la actriz Hilarie Ross Burton, que acusaron al actor de actitudes inapropiadas hacia ellas. Unas declaraciones publicadas en la web Eonline! y que, como apunta la revista, podrían haber hecho mella en la buena relación que el actor mantiene con su exmujer, Jennifer Garner. Según la fuente de este medio, la actriz estaría muy molesta ya que estas acusaciones significarían “una mayor atención mediática” para ella y sus hijos.