No es de extrañar que de una familia de artistas como la de Adriana Ugarte, salga alguien con tanto talento como ella. Fue candidata a los Goya por primera vez a los 21 años, mientras todavía estudiaba Filosofía y Letras porque sus padres no querían que dejara los estudios por el mundo de la actuación. "En casa siempre han sido muy amantes del cine, la música y el arte en general", explica la actriz, "pero no lo veían tanto como una profesión para sus hijos".
En su infancia, Adriana escuchaba a su padre cantar ópera cuando estaba en el baño, siendo él magistrado. Su madre, Yolanda Pardal, es abogada y escritora: publicó en 2003 el libro Un mal paso, y siempre ha estado vinculada al mundo del cine, del teatro y la pintura, redactando textos o revisando guiones. Su hermano también estudió derecho, pero toca flamenco, muy influenciado por los orígenes andaluces de sus abuelos, al igual que Adriana. Y es que su abuelo materno la animó mucho cuando apenas era una niña a dar rienda suelta a su arte a través del baile y la música.
Unos comienzos que han dado sus frutos, la mejor prueba está en la vida de la actriz, que es un no parar. Ahora presenta su nuevo flim, El sistema solar, coproducción hispano peruana que cuenta la historia de la aclamada obra teatral homónima de Mariana de Althaus. En septiembre puso rumbo a Francia para rodar su primera película francesa, Le proverbe, que la ha llevado a la capital parisina y a Córcega, donde hace a penas unas semanas terminó el rodaje. Adriana habla francés desde el colegio y esta es su primera película en otro idioma pero, con compañeros como Sandrine Kiberlain y Gerard Dépardieu en el reparto, está claro que no es una película cualquiera. "Lo había olvidado en parte, pero estuve un tiempo veraneando en Francia y cuando empecé a estudiarme el guión me di cuenta de que no lo había perdido del todo", explica la actriz madrileña, que empieza así a expandir sus fronteras fuera de nuestro país.