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Natalie Portman ejerce el mejor papel de su vida. La oscarizada actriz ha sido sin buscarlo la protagonista de una de las imágenes más tiernas que recordamos. La artista, de 36 años, salió a la calle con su hija Amalia, una preciosa niña que está a punto de cumplir ocho meses. En un momento relajado y feliz, Natalie llevaba a su bebé, feliz de estar en brazos de su mamá, mientras paseaba por las inmediaciones de su hogar en Los Ángeles.
Natalie Portman, que siempre ha guardado con cierto recelo su vida privada, fue fotografiada de lo más natural con la cara lavada y ropa cómoda durante este paseo con su hija pequeña, cuyos rasgos recuerdan a los de su marido, Benjamin MIllepied. Natalie, que se tomó un descanso por la maternidad tras rodar la película de ciencia ficción Aniquilación, declaró recientemente a The New York Times Style Magazine que, "cuando no estoy trabajando, estoy casi exclusivamente con mi familia, así que mis tareas tienen que ver con la escuela de mi hijo, preparar comida, organizar juegos...". En la publicación francesa, Madame Figaro, confesó que no había nada más importante que su vida personal. “Es algo que siempre está primero, siempre tiene sentido y comparado con la felicidad de una vida familiar de éxito, el resto es prácticamente superficial”.
Amalie Millepied vino al mundo el pasado 22 de febrero. Su nacimiento fue la razón por el que Natalie Portman canceló a última hora su presencia el 26 de febrero en la ceremonia de los premios Oscar, a los que estaba nominada como mejor actriz por Jackie, película en la que da vida a Jacqueline Kennedy, uno de los personajes más difíciles de su vida, según ella misma confesó.
La actriz y su marido son también padres de un niño de cinco años llamado Aleph. La pareja se conoció durante el rodaje de Cisne negro (2010), la película con la que Natalie ganó el Oscar a la mejor actriz. Natalie Portman y Benjamin Millepied se casaron en agosto de 2012 en Big Sur, en la costa central de California, en una ceremonia íntima por el rito judío. En 2014 se mudaron a Francia cuando a Benjamin le nombraron nuevo director del Ballet de la Ópera de París y regresaron a Los Ángeles el pasado año a la espera del nacimiento de Amalia.
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