Mick Shumacher, tras los pasos de su padre

El hijo de Michael Shumacher se convierte en el centro de atención en su última carrera

Por Gtresonline

Rubio, con ojos azules y una apuesta sonrisa que recuerda a su padre. Mick Schumacher ya es considerado uno de los pilotos estrella dentro de la competición europea de la Fórmula 3. Tanto es así que, en su debut el pasado mes de abril dentro de esta categoría, el joven de 18 años conseguía el primer podio y se valía el título del mejor “rookie” (novato) de la temporada.

A pesar de que comenzó su carrera en el año 2008 utilizando el apellido de soltera de su madre (Betsch), para evitar las comparaciones con su padre Michael Schumacher, ha sido inevitable que el paso del tiempo y el rápido ascenso de su carrera hayan colocado el nombre de Nick cerca del de su progenitor, sobre todo ahora que los entendidos en la materia hablan de “ascenso imparable hacia la Fórmula 1”.

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Aunque en su última carrera dentro del europeo de Fórmula 3 no ha terminado como uno de los destacados, lo cierto es que el joven ha sido el centro de atención de todos los medios, tras hacerse público el posible empeoramiento del estado de salud de su padre en las últimas semanas. Mick ha permanecido concentrado en sus compromisos profesionales alejado del ruido mediático en torno a la verdadera situación médica de Michael, que permanece en su domicilio acompañado de su esposa y el resto de la familia. El hermetismo ha sido el protagonista durante todos estos años, desde que el pasado 29 de diciembre de 2013 sufriera un grave accidente de esquí que le mantuvo más de seis meses en coma.

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En junio de 2014 el portavoz de la familia informaba de que el piloto había salido de su estado crítico y que comenzaba una “larga fase de recuperación”. Fueron las últimas novedades en cuanto al estado de salud del piloto hasta que, a finales del mes de septiembre, se conociera que su cuadro médico seguía siendo preocupante.

Con esta dura realidad en el ámbito de su vida personal, Mick se ha convertido así en el digno heredero del talento de su padre. Sabine Kehm, representante de la familia, afirmaba en una entrevista concedida al diario El mundo, que el joven “tiene madera y cuenta con grandes apoyos”. Según sus palabras, Mick es fuerte, maduro y posee valores que definieron la carrera de su padre: “tiene mucha ambición y constancia, heredó la pasión por el deporte y es muy disciplinado”.