Cayetana Rivera Martínez de Irujo, la hija de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, está a punto de soplar las velas por su 18 cumpleaños. Tan solo quedan dos días para que la joven celebre uno de sus aniversarios más importantes: cumplir su mayoría de edad. La primogénita del diestro ha heredado la belleza de su abuela paterna, Carmen Ordoñez, y ya empieza a despuntar como una de las jóvenes más prometedoras del panorama social.
Tana, como la conocen en casa, nació el 16 de octubre de 1999 en el seno de dos familias con fuertes raíces taurinas y aristocráticas: los Rivera-Ordoñez y la Casa de Alba. De hecho se llama Cayetana por su abuela materna y madrina de bautismo -Cayetana Fitz-James Stuart, duquesa de Alba- y parece que ha heredado el gusto por la tauromaquia y el ambiente andaluz. Es frecuente verla en los toros viendo torear a su padre o a su tío y padrino, Cayetano
Aunque desde bien pequeña tuvo que acostumbrarse a vivir con unos padres separados -Francisco y Eugenia se casaron en 1998, un año después nacía su hija y en 2002 ponían fin a su matrimonio- la joven ha sabido distribuir su tiempo para poder estar con cada uno de ellos y sus familias. Así la hemos podido ver este verano en Ibiza de vacaciones junto a su madre y su pareja Narcís Rebollo disfrutando de uno de los lugares favoritos de Eugenia, la casa de S’Aufabaguera que dejó en herencia doña Cayetana a su única hija y que también era un rincón muy especial para ella.
Igual de integrada y de cómplice se muestra la joven con su padre. Cayetana tiene debilidad por él y ha estado a su lado en los momentos más importantes tanto dentro como fuera de una plaza de toros. Desde el tendido, su hija ha vivido y sufrido con él sus tardes de gloria en los cosos y algún que otro susto como la cornada que sufrió en marzo de 2015 en la plaza de Olivenza. Especial recuerdo guardará Cayetana de la emocionante retirada de los toros de Francisco que tuvo lugar el 2 de septiembre de 2017. Ese día, el diestro quiso brindar el último toro de su carrera a su primogénita, un momento de lo más emocionante para ambos en el que ella no pudo reprimir las lágrimas por el bonito gesto que acababa de tener su padre.
Tana es una más en el hogar de su padre y se lleva a las mil maravillas con Lourdes Montes, mujer de Francisco y también es una más en la familia de Lourdes. Tal es así que fue la madrina, con 15 años, en las dos ceremonias, civil y religiosa, de los enlaces que la pareja celebró el 14 de septiembre de 2013 y diez meses después en la capilla de Los Marineros de Sevilla, sede de la Hermandad de la Esperanza de Triana y que supuso su puesta de largo.
También la hemos visto recientemente en la boda de Sibi y Álvaro Sanchís, que se celebró el pasado 7 de octubre, donde derrochó juventud y frescura con un look en fucsia y en la que se vio la fantástica relación que tiene con el torero al entrar juntos y de la mano a la iglesia. Este enlace, supuso, además, su última gran fiesta antes de su mayoría de edad y en la que disfrutó como una más de la música y el baile.
Gracias al nuevo matrimonio de su padre con Lourdes Montes la joven ha tenido la oportunidad de ejercer de perfecta hermana mayor con la pequeña Carmen, que ya tiene dos añitos, con la que la hemos visto pasar muchos ratos en acontecimientos familiares.
Además de compartir aficiones con sus padres, Cayetana, al igual que cualquier chica de su edad, está al día de la música actual y ya tiene ídolos de juventud. En Octubre de 2015 fue una de las afortunadas que pudieron ir al programa El Hormiguero para ver en directo a Justin Bieber. Como una belieber más acudió entre el público, entre las que se encontraba una de las fans del cantante por excelencia, Andrea Janeiro, hija de Belén Esteban y Jesulín de Ubrique, que acudió con su hermana Julia, hija de Jesulín y María José Campanario, para disfrutar del cantante.
Este último fin de semana será el último de Tana como menor de edad. A buen seguro que exprimirá sus últimos días con 17 años a lo grande. Quizá en familia o quizá con amigos, pero seguro que será un buen aperitivo para recibir el lunes su mayoría de edad a lo grande.