Alba Carrillo se reencuentra con su pasado
La madrileña siente cierta nostalgia al recordar sus días como modelo, pero ahora está centrada en su nueva profesión. 'En la vida hay que evolucionar', dice, mientras evita hablar de los frentes que mantiene abiertos con Fonsi Nieto y Feliciano López
Alba Carrillo se ha reencontrado con su pasado profesional. La madrileña, de 31 años, acudió al desfile de Alvarno y por un momento revivió su época como modelo. "Ya soy mayor para la pasarela, pero me encanta venir y recordar lo divertido que era desfilar, la adrenalina... Me ha encantado ver a los maquilladores y peluqueros, que son amigos míos, y a toda la gente con la que he trabajado", declaró en el 'front row' de Fashion Week Madrid.
Pero Alba no mira atrás ni para coger impulso, y ahora está centrada en su nueva profesión como colaboradora de Sálvame, que arranca este miércoles. "Estoy muy contenta, la verdad. En la vida hay que evolucionar, hacer cambios y en eso estoy. Soy muy aplicada, intentaré hacerlo lo mejor posible", dijo.
Alba evitó hablar de los frentes abiertos que tiene con Fonsi Nieto -ahora también con la hermana del expiloto- y Feliciano López. "Vengo a apoyar la moda española y si me pongo a hablar de lo mío, se resta importancia a lo que realmente la tiene, que son los diseñadores", se excusó. De quien sí habló fue de su novio David Vallespín, que no pudo acompañarla al desfile al estar trabajando. "Obviamente no le gustan las cámaras, pero es lo que hay. Cada uno tenemos un hándicap y este es el mío", destacó rotunda.
Ilusionada con su nueva profesión, no descarta retomar el proyecto que dejó a medias tras su polémico divorcio del tenista toledano, el lanzamiento de Coco & Cocoilo, una firma de ropa para vestir a los más pequeños de la casa a juego con sus padres. "Tengo que retomarlo porque me encanta la ropa de los niños y las mamás, pero ha sido todo un poco convulso, cuando esté más tranquila lo retomaré. Yo siempre tengo proyectos y de moda también, que es de donde vengo", aclaró.
Mientras Alba volvía a las pasarelas por unas horas, Feliciano mostraba su lado más solidario en el Hospital de Getafe, centro en el que trabaja su madre como enfermera. El tenista apoyó con su presencia al Banco de Sangre, que este verano se ha consagrado como líder de donaciones. "Estoy a disposición de cualquier tipo de iniciativa que pueda salvar vidas", destacó.
A pesar del enfrentamiento que mantiene con su exmujer, Feliciano admitió que no le resultaba difícil desconectar de la realidad para centrarse en sus entrenamientos. “El tenis me está dando muchas alegrías y este año ha sido muy bueno”, aseguró.