No ha recibido el alta hospitalaria del tratamiento que está recibiendo en El Seranil. En contra de lo que se comentado, María José Campanario sigue su ingreso -que ya se ha prolongado durante dos meses-, aunque con salidas puntuales para estar con su marido, tal y como ha venido haciendo durante el tiempo que lleva en dicho centro.
De hecho, según ha podido saber ¡HOLA!, aunque está mejorando cada día y están muy satisfechos con los resultados, su estancia aún se extenderá durante las próximas semanas y quizá hacia mediados de septiembre pueda al fin decir adiós a la clínica de Málaga, donde continúa el tratamiento para controlarle la medicación que ha recibido por su enfermedad (fibromialgia), regularle el sueño y la alimentación, según nos reveló ella misma.
En las únicas declaraciones que ha concedido en estos meses, ella misma nos habló de que su ingreso lo decidió ella -“fue voluntario”-, de ahí que tenga la prerrogativa de poder entrar y salir bajo petición y supervisión médica. En esta última salida, ha podido pasar unas horas junto a su marido, que es su gran apoyo y su mejor medicina. Jesulín de Ubrique toreaba en Peralta, Navarra, y hasta allí se desplazó una sonriente María José.
Bastante recuperada y con un ‘look’ muy veraniego, María José esperó a su marido en el hotel. Una vez finalizado el festejo, ambos salieron muy sonrientes, pero sin hacer declaraciones a la prensa.
Días antes de esta escapada a Navarra, el matrimonio disfrutó de una agradable tarde en familia, cuyas imágenes fueron publicadas en el último número de la revista ¡HOLA!. En ellas se observa a María José junto a sus hijos, a los que estuvo semanas sin ver para avanzar con el tratamiento. Una escena llena de normalidad, en la que María José aparece recibiendo el abrazo de su niño, utilizando el móvil con normalidad y con un aspecto mucho más saludable.
Atrás quedan ya los difíciles momentos vividos el pasado mes de julio, cuando estaba prácticamente irreconocible, con un 'look' rubio platino. Ahora ha vuelto a oscurecerse el pelo y vuelve a ser poco a poco - también en su aspecto- la que era.