A pocos días de celebrarse el 20 aniversario de su muerte, los homenajes a Diana de Gales no dejan de sucederse. Publicaciones, exposiciones, documentales e, incluso, comics han sido algunos de los originales tributos que se han propuesto recordar la figura de la que fue considerada como la ‘princesa del pueblo’. Por supuesto, el mundo de la moda también ha querido recordar a uno de los mitos del siglo XX con muestras retrospectivas -como ‘Diana: My Fashion Story’- que repasan los diseños que marcaron su estilo y definieron toda una época.
Todas sus apariciones públicas generaban siempre una gran expectación y estaban sometidas a juicio permanente. Por este motivo la esposa de Carlos de Inglaterra, se preocupaba personalmente de cuidar al máximo su imagen y prestaba una especial atención a los complementos. Los bolsos fueron una de sus grandes pasiones y era muy común verla con un Lady Dior -modelo que tomó el nombre en su honor- en casi todos sus actos protocolarios. No obstante, la princesa contó con su propio bolso, creado única y especialmente para ella.
Su amiga, la reconocida diseñadora Lana Marks, fue la encarga de diseñarlo a petición de la propia Diana en la década de los 90. Se trata de modelo estilo tote, de tamaño medio y asa superior que, al parecer, hizo las delicias de la princesa, que lo encargó en varios colores. En la actualidad, sigue siendo una pieza exclusiva que figura entre la lista de los bolsos más lujosos de todos los tiempos, con un precio estimado entre 4.500 y 6.500 euros.
Este año, con motivo de la efeméride, Marks ha querido recordar a Diana con el lanzamiento de una edición especial del bolso, que será subastado con fines benéficos el próximo mes de septiembre. Elaborado con piel de cocodrilo, está adornado con un broche en forma de corazón (en referencia a su título de ‘princesa de corazones’) de oro de 18 quilates con 225 diamantes blancos incrustados. La casa Heritage de Beverly Hills estima que el lote alcance un valor aproximado de 32.000 euros, que irán destinados a la Cruz Roja Americana. Así, el espíritu solidario de la princesa continuará ayudando a los más necesitados a lo largo y ancho del mundo.
Consciente del poder de su imagen, la madre de los príncipes Guillermo y Harry usó la moda como su mejor arma. Sus looks fueron potenciándose exponencialmente con el paso de los años y vivieron un punto de inflexión tras su separación en 1992. Sin duda, fue su herramienta para expresar quien era en realidad y la utilizó para reafirmar la confianza en sí misma.