El mundo del toreo se une a la familia en el último adiós a Dámaso González en su Albacete natal

La muerte del torero Dámaso González, de 68 años, sorprendía a sus familiares este viernes de madrugada. El diestro abaceteño, considerado uno de los padres de la tauromaquía actual, moría en el hospital Quirán de Pozuelo de Alarcón (Madrid) causando un hondo estupor en su familia, amigos y en el mundo del toreo. Sus restos mortales fueron trasladados desde Madrid a su Albacete natal este domingo. 

Marta González, bloguera de HOLA.com e hija del torero, abrazada a un familiar a su llegada a la ciudad que vio nacer a su padre momentos antes de darle el último adiós. 

Enrique Ponce acudió junto a su mujer, Paloma Cuevas, hasta Albacete a despedir a Dámaso González en la plaza de toros de la ciudad que tantas tardes triunfales le dio. Enrique, totalmente abatido es consolado en el velatorio. 

El diestro Vicente Ruiz Soro quiso estar con la familia de Dámaso González en su último adiós. 

Rostros conocidos del mundo de la comunicación como el presentador de informativos Pedro Piqueras acudió al funeral del diestro nacido el 11 de septiembre de 1948 en Albacete. 

La presentadora de televisión Luján Argüelles acompañó a Feli Tarruella y a sus hijos en el homenaje que la ciudad de Albacete rindió este domingo a uno de los referentes para muchos toreros. 

El torero Enrique Ponce, entrando en la plaza de toros de Albacete acompañado de otros diestros. 

Juan Antonio Ruiz Espartaco, que se retiró de los toros en 2015 se unió a la multitud de rostros conocidos del mundo del toreo que quisieron llorar a una de las figuras más importantes de la lidea en la década de los años 70 y 80.

Las hijas de Dámaso González se derrumbaron cuando entraron en el coso taurino albaceteño, un lugar que tenia mucho significado para su padre. 

Ortega Cano, que precisamente se despidió este sábado de los toros el sábado con una corrida en la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes, dando el pésame a una de las hijas de Dámaso Alonso en la catedral de Albacete. Al fondo, Paloma Cuevas, esposa de Enrique Ponce. 

Marta González, junto a su hermana Elena, este sábado en el tanatorio de San Isidro de Madrid. Ambas fueron de riguroso negro y se las vio visiblemente afectadas a la despedida de su padre. Foto: Juan Calleja

La familia del torero, que ha sido referente para muchas generaciones de matadores, estuvo arropada por familiares y amigos. Marta González dedicó hace unos años en su blog de HOLA.com una publicación a su padre en los que recordaba cómo habían sido sus primeros inicios en el mundo del toro. Foto: Juan Calleja

La muerte de Dámaso González ha sumido en una profunda tristeza a su familia. Su viuda, Feli Tarruella, con gafas de sol y chaqueta blanca, estuvo reconfortada en el tanatorio por familiares y amigos entre los que estaba El Niño de la Capea que consoló a una desolada Feli.  El matrimonio tuvo cuatro hijos: Marta, Sonia, Elena y Dámaso. Foto. Juan Calleja

La viuda del torero junto a su hijo, Dámaso, que también llegó a ser novillero, acompañando a su madre en estos duros momentos. Foto: Juan Calleja

Dámaso González Tarruella, con barba, totalmente abatido rodeado de amigos y familiares en el tanario de San Isidro. Foto: Juan Calleja

Sonia, otra de las hijas del fallecido torero, acudió al tanatorio de San Isidro a despedir a su padre y agradeció a los medios congregados a las puertas las muestras de cariño hacia su padre, conocido como El rey del Temple. Este domingo a las 13:00 horas fue el funeral en la Catedral de Albacete, ciudad donde Dámaso González nació y donde era muy querido y apreciado no solo por su profesión sino también por su calidad humana.

María Dolores de Cospedal quiso dar personalmente el pésame a la familia antes de trasladarse a Barcelona a la manifestación contra el terrorismo. 

María Ángeles Camino, con pantalones blancos, acudió al velatorio con su hija Marian Camino y el marido de esta Jorge Bazaco. Los tres quisieron acompañar a la familia en estos duros momentos. Foto: Juan Calleja

El diestro Miguel Ángel Pereda quiso despedir en Madrid a uno de los grandes del toreo que falleció a los 68 años.