El motivo por el que Melania Trump da las gracias públicamente a Chelsea Clinton
La primera dama agradeció a la hija de Bill y Hillary Clinton la defensa que hizo de su hijo Barron, al que una página web criticó por su forma de vestir
Ser un preadolescente no es fácil, pero serlo en el primer hogar de Estados Unidos aún tiene que ser más complicado. Casi tan conocido como sus padres, Barron Trump, el hijo de 11 años que tienen en común Donald y Melania Trump, ha sido objetivo de las críticas por su forma de vestir. Algo que ha enfadado a otra hija de un presidente norteamericano que también llegó a la Casa Blanca siendo una adolescente y sufrió en primera persona estar en el foco mediático. Chelsea Clinton ha salido en defensa del joven Barron, lo que ha provocado que la primera dama le haya dado las gracias públicamente.
Pese a que Trump fue adversario político de Hillary Clinton en las últimas elecciones que convirtieron al magnate en presidente de Estados Unidos, Chelsea ha querido defender al niño con un tuit realizado desde su cuenta. "Barron es un niño. Ningún niño debe ser cuestionado", escribía la hija de los Clinton que recibió el agradecimiento de la primera dama que contestó, también por Twitter a Chelsea: "Gracias. Es muy importante apoyar a nuestros niños a que sean ellos mismos".
Estas reacciones por parte de las dos mujeres se producen después de que este lunes pasado el portal Daily Caller criticase el estilo a la hora de vestir del niño al regresar a Washington después de pasar dos semanas de vacaciones en el lujoso club de golf que la familia tiene en Nueva Jersey en las que se ve a la familia descendiendo del avión presidencial. La web critica que mientras "el presidente llevaba un traje muy bien hecho a medida y Melania, un elegante vestido, Barron viste una camiseta y pantalones cortos de color caqui".
No es la primera vez que el hijo de los Trump es criticado por sus apariciones públcias, ni que Chelsea le defiende. "Barron Trump merece la oportunidad que tiene todo niño de ser un niño", escribió el pasado enero, tras la investidura de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos en el que el joven Barron dio muestras de cansancio y aburrimiento con bostezos, que fueron muy comentados al igual que ocurrió durante el discurso de su padre tras ganar las elecciones del pasado mes de noviembre. No hay que olvidar que Barron aún es un niño y que los actos protocolarios de la Casa Blanca pueden resultarle algo pesados.