Es difícil que alguien llegue al nivel de Michael Phelps pero… ¡hay que intentarlo! El deportista olímpico más condecorado de todos los tiempos está enseñando a nadar a su hijo que cumplió su primer añito el pasado mayo. Boomer Phelps, de lo más familiarizado con el agua como cabía esperar, se lo pasó en grande en compañía de su padre y de su madre Nicole. ¿Tiene el nadador el mejor relevo en su propia casa?
Con solo tres meses Boomer Phelps vivió desde las gradas como su padre conseguía su vigésima tercera medalla olímpica en los Juegos de Río y escribía un paso más en un currículum deportivo de leyenda. Aunque el pequeño estaba plácidamente dormido en brazos de su madre, a él se dirigieron todas las mañanas cuando su padre salió de la piscina vencedor y fue a celebrar el triunfo dándole un beso.
Boomer se lo pasó en grande dando clases en el agua con sus padres y quién sabe si terminará siguiendo los pasos de su padre. Hay que recordar que Michael Phelps comenzó a nadar a los siete años animada por su hermana y aunque al principio no le gustaba el agua demasiado pronto comenzó a destacar. Con 15 años se convirtió en el nadador más joven en poseer un récord del mundo de natación.
“Está en una nube y totalmente enamorado de él. Cambia pañales y quiere hacer todo lo que pueda para ayudar. Nunca le había visto sonreír así”. Así explicó Nicole cómo es la estrella olímpica en su faceta de padre. La pareja se conoció en el año 2007 y, aunque en el 2011 rompieron su relación, terminaron casándose el 13 de junio de 2016 en Arizona y lo hicieron por sorpresa, una celebración que no trascendió hasta cuatro meses después cuando compartieron las fotografías.
Al que la prensa estadounidense llamó el “bebé olímpico” sus padres le abrieron una cuenta en Instagram al mes de nacer. Un álbum de lo más simpático que acumula más de 795 mil seguidores y en el que se pueden ver las andanzas de Boomer. Cuando cumplió su primer añito, el pasado mayo, sus padres mostraron una tarta en la que se podía leer “ataque de tiburón” en alusión a uno de los apodos del deportista. “el tiburón de Baltimore”.
"Algunos de los mejores recuerdos de mi vida han estado en el agua y ninguno más especial que los días que paso nadando con Boomer. No estoy enseñandole a dominar la mariposa todavía, pero esto ayuda a construir comodidad y confianza en el agua", afirmó el nadador al presentar esta iniciativa promovida por la fundación del deportista para que los bebés disfruten en el agua y tengan una experiencia segura.
"Quiero que todos los bebés sean los mejores nadadores que puedan ser", afirmó el deportista bajo el divertido lema "Entrenando para el 2032"