Como nos tienen acostumbrados cada vez que una de sus pequeñas da un paso más, los Reyes de Holanda han compartido con orgullo la primera mañana de Alexia de Holanda rumbo al instituto. La princesa de doce años sale de casa a toda velocidad a bordo de su bicicleta y es su padre el que ejerce de fotógrafo.
Alexia, ataviada con su mochila y con una caja en la bici perfecta para los libros, atraviesa los jardines de la residencia familiar, Villa Eikenhorst, para poner rumbo al Christelijk Gymnasium Sorghvliet en La Haya, centro en el que ya estudia su hermana mayor, la princesa Heredera Amalia. Hasta ahora la Princesa había acudido al centro público de educación primaria Bloemcamps.
El instituto Sorghvliet, fundado en 1908, se define como un centro cristiano protestante y según informó el diario De Telegraaf en el 2015, cuando la princesa Amalia comenzó a ir allí, el instituto se preparó para la llegada de la hija de los Reyes. Una empresa de seguridad se encargó de acondicionar el centro escolar de acuerdo a los criterios de seguridad marcados por las autoridades. Ella no fue la primera de los Orange en asistir a este centro que ocupa siempre los primeros puestos en los rankings de las mejores instituciones educativas del país, ya que su tía Laurentien -esposa del príncipe Constantino- también estudió aquí.
Para las pequeñas princesas de Holanda el verano ha terminado con una amarga noticia: la muerte de su abuelo materno, Jorge Zorreguieta. El que fuera Secretario de Agricultura y Ganadería durante la dictadura militar argentina de Videla fallecía el 8 de agosto en Buenos Aires a los 89 años de edad y lo hacía rodeado de sus hijos. Horas más tarde el Rey aterrizaba en Argentina en compañía de sus tres hijas para asistir al funeral. Las pequeñas, visiblemente abatidas, recibían el cariño de sus padres y de sus tíos en el último adiós a su abuelo.