La boda de Andreu Buenafuente y Silvia Abril era un secreto a voces, sin embargo, no ha sido hasta ahora cuando hemos tenido confirmación oficial de la buena noticia. Los recién casados no se han pronunciado, pero sí lo ha hecho una de las invitadas al enlace, Concha Velasco.
La actriz, que acudió a Sábado Deluxe para hablar del gran momento profesional que está viviendo gracias a la obra de teatro Reina Juana, confesó que había asistido recientemente a la boda de Andreu Buenafuente y Silvia Abril, una ceremonia que tuvo lugar en Barcelona y que estuvo oficiada por la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau.
En un momento de la entrevista, el programa conectó con Ada Colau para hablar del atentado ocurrido en Cataluña el pasado jueves, una intervención que Concha Velasco aprovechó para trasladar sus condolencias a la alcaldesa. "Tengo que decir que Barcelona es también mi ciudad, y sufrí mucho al ver lo que había pasado en ella", dijo. Unas palabras de cariño que Ada agradeció con una sonrisa, ya que ambas habían coincidido hacía muy poquito en el enlace de unos grandes amigos. "Nos conocimos en la boda de Andreu Buenafuente y nuestra amiga Silvia Abril, y tuve la suerte de sentarme a tu lado, cuando oficiaste la boda", reveló la artista.
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Los recién casados, que son padres de una niña de cuatro años llamada Joana, han puesto el broche de oro a su historia de amor con esta discreta boda. Se conocieron en 2006, cuando Buenafuente fichó a Silvia para uno de sus programas, y se enamoraron gracias a uno de los personajes más aplaudidos de la artista, la niña de Shrek. “Sí, me enamoré de ella. Una vez se acercó a mi mesa, en directo en el programa, disfrazada, se levantó la falda y en realidad me miró con cara de Silvia, no de niña de Shrek. Nadie se dio cuenta, pero yo sí. Después quedamos y hablamos mucho, cenamos, seguimos hablando. Fuimos a casa, seguimos hablando… y le dije: ‘nos deberíamos dar un beso ya’. Y en ese momento empezamos a salir”, contó Buenafuente en Còmics Show, el programa de Àngel Llàcer para TV3.
Aunque la familia tiene fijada su residencia en Barcelona, concretamente en Cabrera de Mar, un tranquilo municipio próximo a Mataró, la pareja ha hecho de Madrid su segunda casa por motivos de trabajo. De hecho, Silvia reconoció en tono de broma que llevaba una "doble vida". "He decidido tenerlo todo por duplicado, sí, he tenido que adoptar una niña, hay gente que se pasa tres años esperando y a mí me la han dado super rápido”, dijo. “Tenerlo todo por duplicado te facilita que si te dejas algo en alguna ciudad o en la otra pues no pasa nada”, añadió. “Y con Andreu pues lo llevo bien, por duplicado también, tengo un sustituto en Barcelona y nos va mejor como pareja”, concluyó.