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Son unos enamorados de Oporto, la ciudad a la que Sara Carbonero e Iker Casillas se mudaron en 2015 con motivo de los compromisos profesionales del futbolista y en la que han formado su hogar junto a sus hijos Martín, de tres años y Lucas de un añito. Ambos han manifestado en numerosas ocasiones que se encuentran plenamente adaptados a la ciudad portuguesa y les encanta vivir allí convirtiéndose en sus mejores embajadores.
De hecho tanto Iker como Sara se han convertido en improvisados guías turísticos de la ciudad que les tiene enamorados. La guapa periodista publicaba en su perfil social: "Aquí, mapa en mano preparando la 'guía de Oporto para amigos y conocidos que vienen en agosto' y son unos cuantos" junto a varias etiquetas sobre la hostelería y los atractivos turísticos de la ciudad portuguesa. Sara acompaña el texto de una foto de ambos en la que se les puede ver en un restaurante, vestidos de manera informal con un mapa y folletos, y a Iker abrazando a su mujer y señalando algún punto en el mapa al que seguro que llevarán a las amistades que les visiten próximamente.
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Parece que lo que les queda de mes va a ser bastante ajetreado con la multitud de visitas que van a recibir. Como buenos cicerones les enseñarán rincones escondidos que no aparecen en las guías de viaje, restaurantes con encanto, tiendas singulares y las mejores playas de un lugar que les ha deslumbrado.
En sus redes sociales Sara nos enseña pedacitos de su día a día y lugares especiales que descubre de su nueva residencia. En muchos de ellos acude con sus hijos, tan adaptados como ella al entorno y con Martín dominando ya el idioma. Los pequeños se lo pasan bomba disfrutando del buen tiempo y jugando en la calle como cuando acudieron al Faro de Foz de Douro, en la desembocadura del río Duero, o a pequeñas cafeterías que va descubriendo o enclaves paradisíacos en sus "paseos de domingo".
Tras un verano con muchos y diversos planes la familia ya se encuentra en Portugal regresando a la rutina. Sus vacaciones se las han repartido entre el Algarve portugués, Menorca y Navalacruz (Ávila), el pueblo del futbolista, y Corral de Almaguer (Toledo), localidad natal de Sara donde todos, pero especialmente Martín y Lucas han podido disfrutar de juegos al aire libre, de la tranquilidad del mundo rural y de tradiciones.
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