Aunque la fotografía que ha desatado la polémica vio la luz hace varias semanas, Kim Kardashian ha decidido responder ahora a la oleada de críticas recibidas en su perfil de Facebook, tras mostrar la imagen de su hijo pequeño Saint West (que acaba de cumplir 20 meses), montado en la sillita de su choche en la misma dirección de la marcha.
En un vídeo publicado en su página web oficial, la empresaria desgranaba (con la ayuda de una experta) los motivos por los cuales tomo esa decisión, pero, sobre todo, la idoneidad de la misma. “Lo que la gente no sabe es que Saint cumple ahora los requisitos de peso y altura para sentarse de frente”, aseguraba la mujer de Kanye West.
No solo eso, según Kim, su hijo pequeño sigue un ritmo de crecimiento muy especiale: “Saint realmente pesa más que su hija mayor, Norht West, aunque parezca increíble”. No contenta con su explicación, la socialite argumentó que, según The American Academy of Pediatrics (la Academia Americana de Pediatría), el consejo -que no obligación- es muy claro: “Mantener a los pequeños en los asientos de seguridad mirando hacia atrás hasta los dos años o hasta que tengan la altura máxima y el peso para cambiarlos” (un metro de estatura y 18 kilos). Unas medidas, que según Kim Kardashian su hijo ya habría alcanzado.
En el mismo vídeo, la empresaria aprovechó también para hablar claramente del “excesivo lujo” con el que rodea a sus hijos, como afirman muchos de sus detractores. La polémica fue suscitada por el bolso de Hermés (valorado en más de 20 mil dólares), en el que la madre de Saint y North guarda sus pañales.
Según Kardashian se trataría de un bolso antiguo que ya no usaba y que recicló para los enseres de sus bebés por su gran tamaño y comodidad: “Fue el primer bolso de Birkin que compré. Era demasiado grande para mi día a día. Cuando me quedé embarazada pensé: ¡perfecto! Lo utilizaré como bolsa de pañales”.
No es la primera vez que Kim hace frente a este tipo de acusaciones sobre el gasto desmedido que invierte en sus hijos o la manera de ejercer su maternidad. Hace pocas semanas, Kardashian recibía duras críticas tras vestir a su hija mayor, North West, con un corsé, una prenda poco adecuada, según muchos, para una pequeña de cuatro años. En aquel momento, la socialité americana salió al paso asegurando en su cuenta de Twitter: “¡Nunca le pondría a mi hija un corsé! Es un slip dress de satén que compré, al que se le puede añadir este complemento que simula ser un bustier”.