El pasado sábado, Jesulín de Ubrique tuvo que abandonar en ambulancia la plaza de toros de Lanzahíta, Ávila, tras sufrir un golpe de calor, según ha explicado a la revista ¡HOLA!. "De repente sentí el cuello y los músculos totalmente rígidos y me asfixiaba... Aun así llegué hasta la enfermería por mi propio pie", ha declarado.
Su intención era regresar al ruedo para seguir toreando junto a su hermano Víctor, pero el médico le aconsejó que no se levantará y decidió que lo mejor era que se fuera en una ambulancia. "Me senti como si se me hubiera acabado la batería, como si me hubieran desconectado. En el momento en el que quise hacer un esfuerzo fuera de lo normal, mi cuerpo no respondió", ha contado.
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Y es que los últimos meses no han sido nada fáciles para el torero debido al estado de salud de su mujer, María José Campanario, ingresada desde principios de julio en la clínica El Serenil de Málaga. "Se me juntó todo. Los nervios, la tensión acumulada y el calor", ha confesado, unas duras declaraciones que podrás leer en su totalidad en el nuevo número de la revista ¡HOLA!.
Jesulín ha estado al lado de María José en todo momento, pero sus continuos viajes a Málaga y su inevitable preocupación, han hecho mella en su salud: "He adelgazado siete kilos. En estos meses me he hecho cargo yo de todo, no he querido pedir ayuda ni delegar en nadie".
Afortunadamente, María José está cada día mejor, y Jesulín se encuentra perfectamante, aunque los médicos le han recomendado que tiene que relajarse y estar tranquilo, por lo que ha decidido cancelar todos sus compromisos profesionales hasta el 5 de septiembre. Entonces, regresará a los ruedos y lo hará con más fuerza que nunca.