Cumplió su sueño y se convirtió en un referente del motociclismo no sólo español sino mundial. Ángel Nieto triunfó en los circuitos, apuntando en su palmarés 12+1 títulos mundiales, pero también en su vida personal, en la que entregó su corazón a dos grandes amores y vio crecer a tres hijos. Ha sido Belinda Alonso la que ha compartido con el expiloto sus últimos años y quien no se ha separado de él en estos últimos ocho días en los que todos esperaban con esperanza que se recuperara del accidente que le costó finalmente la vida.
Belinda llegó a la vida de Ángel cuando este tenía 50 años, para devolverle la ilusión y acompañarle en una nueva etapa. Según contó en una ocasión Ángel, lo suyo fue un auténtico flechazo. Hacía más de una década que el expiloto había dejado los circuitos y empezaría a reinventarse como responsable de la escudería que fundó con sus hijos y como comentarista deportivo. Una pareja discreta que llevaba una vida tranquila pasando largas temporadas en Ibiza, su refugio, y que aparecía en contadas ocasiones públicas, siempre de la mano.
Ella volvió a convertir a Ángel en padre. Su hijo Hugo, ahora un adolescente de 17 años, convirtió a la familia del deportista en numerosa. Él ya era padre de Gelete y Pablo, fruto de su primer matrimonio con Pepa Aguilar, de la que se separó en los años noventa. Sus hijos fueron su orgullo aunque también le dieron algún que otro “disgusto”, como él mismo aseguraba cuando contaba cómo Gelete y Pablo se habían subido también a una moto. Él conocía los peligros que esto entrañaba, pero sabía también de dónde venía la pasión. El pequeño, Hugo, se ha decantado sin embargo por el tenis. Y es que el deporte no podía faltar en su vida.
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La muerte de Ángel ha dejado un gran vacío en la familia que llora su pérdida. Ni Belinda, ni sus hijos, sus hermanos, amigos y otros familiares... ninguno se separó de él hasta el final y ahora tendrán que seguir adelante, guardando siempre su recuerdo.