Afortunados en la vida y en el amor, el matrimonio formado por Justin Timberlake y Jessica Biel se encuentran viviendo un verano muy intenso. Lejos de marcharse fuera de la ciudad para disfrutar de unos días de descanso, la pareja ha permanecido en Nueva York atendiendo sus múltiples compromisos profesionales.
Jessica, por su parte, sigue triunfando con su nueva serie The Sinner, en la que interpreta a una mujer enferma que sufre inexplicables ataques de ira. Una interpretación que su marido no ha dejado de alabar, incluso en las redes sociales, asegurando que el trabajo de su mujer es “absolutamente increíble”. Por su parte, el cantante y actor sigue en lo más alto de las listas de éxitos con su último hit Can’t stop the feeling, al mismo tiempo que participa en el rodaje de varias series como King of the Golden Sun y el filme Wonder Wheel. Una apretada agenda en la que también existen los momentos de relax en familia.
Entre rodaje y actuaciones, Justin y Jessica disfrutaron de un día de juegos en un parque de Nueva York junto a su pequeño Silas, que ya ha cumplido los dos añitos. Unos momentos en los que, nuevamente, es evidente la buena sintonía del matrimonio y la dedicación que ambos tienen con el pequeño.
Además de los juegos en la arena y los gestos de cariño de Jessica hacia el pequeño de la casa, la pareja también tuvo oportunidad de compartir algún que otro momento a solas en el que, como viene siendo habitual en ellos, volvieron a hacer gala de la gran compenetración que existe entre ambos. Ajenos a la presencia de los objetivos gráficos, Justin y Jessica mantuvieron una intensa charla en la que no faltaron varios instantes de gran complicidad entre ambos, como muestran las imágenes.
El próximo mes de octubre cumplirán su quinto aniversario de boda. Un especial momento para hacer balance del éxito de su matrimonio. La pareja se dio el “Sí, quiero” en una romántica ceremonia secreta celebrada en el pueblo italiano de Savelletri di Fasano. Ambos decidieron dar el gran paso después de cinco años de noviazgo. Una década de amor para una romance que comenzó como un amor a primera vista y que, a juzgar por estos momentos, sigue funcionando a las mil maravillas.