Se acabó lo bueno para Leo Messi y Antonela Roccuzzo. Después de una boda de ensueño en Rosario, su pueblo natal en Argentina, y una luna de miel inolvidable, la pareja ha tenido que hacer de nuevo las maletas para regresar a la rutina. El futbolista y su mujer han puesto fin a este periplo veraniego en el que se han relajado y han disfrutado de sus primeros días como casados para retomar sus compromisos. Y es que el Barça arranca una pretemporada llena de compromisos que llevará a sus jugadores a Estados Unidos, donde está previsto que jueguen varios partidos amistosos.
Con una preciosa imagen de la familia al completo, el deportista, uno de los mejores del mundo, ha anunciado su regreso. “¡¡Volvemos a casa!!” escribe con una imagen en la que se le ve con Antonela y sus dos hijos, Thiago, sentado en el regazo de su madre, y Mateo, que sentado sobre su padre ve dibujos en una tablet. A su vez, Antonela ha despedido las vacaciones recordando uno de los mejores momentos de su vida, el de su boda. La foto muestra, en blanco y negro, un momento de su enlace ante la atenta mirada de uno de sus hijos.
El matrimonio ha pasado unos días en Antigua y Barbuda, un auténtico paraíso en el que, además de jugar con sus hijos, han recibido la visita de dos buenos amigos. Sofia Balbi y Luis Suárez se unieron unos días a este viaje y compartieron la felicidad de la pareja, como se puede ver en las imágenes que mostraron a sus seguidores -Sofia y Antonela pusieron en marcha hace unos meses un negocio de zapatos juntas en Barcelona y Luis y Leo son compañeros de equipo-.
La boda fue una ocasión que reunió a un buen número de deportistas, amigos y compañeros de Messi, y que dejó además un bonito detalle por parte de los novios: las bebidas y los aperitivos que sobraron fueron donados a fundaciones benéficas a través del Banco de Alimentos de Rosario (BAR), según explicó a EFE el director ejecutivo del BAR, Pablo Algrain. Los organizadores de la ceremonia enviaron las cantidades sobrantes de bebidas y alimentos a esta asociación, que almacena y clasifica alimentos que se encuentran fuera del circuito comercial y los distribuye en entidades benéficas.