Acaban de disfrutar, como cada año desde que nació su amistad, de unas vacaciones idílicas en Menorca. Sara Carbonero e Isabel Jiménez han visto crecer su especial relación con el paso de los años hasta el punto de disfrutar de importantes momentos personales juntas.
Desde que Sara Carbonero se marchara a vivir a Oporto, las muestras de cariño entre ambas se han intensificado en las redes sociales y, gracias a sus respectivos posts, hemos descubierto que Isabel es la “tía más divertida” de Martín y Lucas, y que la mujer de Iker Casillas echa mucho de menos los momentos con su amiga cuando ambas pasan mucho tiempo separadas.
Sin embargo, lo curioso de esta buena relación es que lo suyo no fue ‘amistad a primera vista’. Como contaba Carbonero en una de sus publicaciones más comentadas con motivo del cumpleaños de Jiménez, la primera vez que ambas se vieron no tuvieron una buena sensación la una de la otra: “Una de las mayores suertes de mi vida ha sido cruzarme contigo (pese al intercambio de miradas asesinas en tu primer día en el plató)”.
Unas miradas poco amistosas que marcaron el comienzo de una gran amistad que ya cumple seis años (Isabel fue presentada como rostro de los Informativos de Telecinco en el 2011). Durante todo este tiempo Jiménez ha sido una de las mayores cómplices de Sara, sobre todo en su trato con los medios, y ha vivido cerca de ella los momentos personales más importantes de su vida, como el nacimiento de sus hijos y su boda secreta.
Hace poco más de dos años, Isabel y Sara daban un nuevo paso en su especial relación y se convertían en socias de una ‘startup’ de estilo de vida. En marzo del 2015, Sara, Isabel y Mayra (amiga de ambas) presentaban Slow Love, su gran proyecto empresarial. Carbonero y Jiménez pasaban de ser compañeras de trabajo a ser amigas y, con este gran cambio, comenzaban a ser socias. Lejos de distanciarlas, el gran éxito que ha tenido su ambicioso proyecto (según datos del diario El País, en poco más de un año y medio lograban una facturación por encima del millón de euros). Y es que, aunque la distancia física marca la pauta de estas mujeres, ambas han sabido aprovechar los momentos en los que se encuentran para ponerse al día también en los negocios.
La buena relación que existe entre estas dos amigas ha sido la clave para que, en el resto de aspectos profesionales y personales, su confluencia también haya sido exitosa. Compañeras, amigas y socias, tres aspectos difíciles de combinar, que en el caso de las dos periodistas conjuga a la perfección.