Gracias a Titanic, la carrera de Kate Winslet consiguió despegar hasta elevar a la actriz a la cima de Hollywood. La intérprete británica estuvo a punto de rechazar el papel de su vida en el film de James Cameron, que justo este año celebra su veinte aniversario. La trayectoria de Winslet no ha hecho desde entonces más que ir hacia arriba, sin embargo, el hundimiento del transatlántico más famoso del mundo sigue muy presente en su día a día.
Recientemente, la actriz aseguraba en Londres que, durante el rodaje de su último trabajo, La montaña entre nosotros, se había acordado de Titanic “al menos una vez al día”. Durante el encuentro, la actriz, así como el director de la cinta, Hany Abu-Assad, detallaron las duras condiciones meteorológicas a las que tuvieron que enfrentarse para llevar a cabo las grabaciones del largometraje.
La película, cuyo estreno está previsto para el próximo 20 de octubre, es una adaptación de la novela con el mismo nombre que trata sobre la difícil aventura a la que Ben Bass (Idris Elba) y Alex Martin (Kate Winslet) tienen que hacer frente después de que el piloto que conduce su avioneta sufra un paro cardiaco y termine estrellándose contra una montaña helada.
Para conseguir un mayor realismo, la cinta se rodó en la cumbre de una montaña nevada a la que solo se podía acceder en helicóptero a determinadas horas del día. Con unas temperaturas de hasta 38º bajo cero, la actriz no pudo evitar reírse al ser preguntada sobre las condiciones en las que tuvieron que rodar: "Hice Titanic, tío. "¿Caídas a través del hielo? Sin problema. ¿Aviones estrellados? ¿Barcos que se hunden? No es nada".
Kate se atrevió incluso a zambullirse en el hielo, a pesar de la insistencia del equipo de recrear una de las escenas más complicadas en el estudio. “Nadie quería rodar de verdad la escena del agujero del hielo y me decían que la haríamos en el estudio. Yo estaba en contra y luchando todo el tiempo para evitarlo y fuimos a Kate y dijo, como siempre, 'no hay problema, lo haré, para qué vamos a ir al estudio’”, aseguraba el director de la cinta al grupo reducido de medios que se reunió en la capital británica y entre los que se encontraba la cadena pública española. Ante esto, la actriz añadió que la grabación de estas tomas, le trajo muchos “recuerdos”.
La montaña entre nosotros es probablemente el proyecto más duro al que la británica ha tenido que enfrentarse a lo largo de su carrera: “No estábamos preparados para lo hostil que iba a ser el entorno de trabajo. De hecho, he escuchado a Leo (DiCaprio) contar cosas similares de El renacido y teníamos en el equipo gente que también había participado en ese rodaje que llegaron a decir que este había sido más duro que El renacido”.
El papel de DiCaprio - con quien Winslet mantiene una excelentísima relación que se ha convertido prácticamente en una hermandad desde el rodaje de Titanic- en esta cinta, trajo consigo el merecido reconocimiento por parte de la Academia de Cine de Hollywood en forma de la que fue su primera estatuilla dorada. Kate consiguió la suya en 2008 por su trabajo en El Lector, sin embargo, viendo las condiciones a las que ha tenido que enfrentarse y, dado que la Academia suele tener especial debilidad por este tipo de films de supervivencia y superación personal, no sorprendería que consiguiera un segundo Oscar.