La ruptura apenas ha durado seis meses porque Imanol Arias y la fotógrafa y empresaria Irene Meritxell se han dado una nueva oportunidad. Tras ser fotografiados dando un romántico paseo por las calles de Madrid, tal como recoge esta semana la revista ¡HOLA!, hemos hablado con el actor que, fiel a su discreción y elegancia, evitó hacer declaraciones sobre la reconciliación con su pareja, que lo acompañó en el estreno de su última película, Despido procedente, de Lucas Figueroa, que protagoniza junto a los actores Hugo Silva y Dario Grandinettti.
-Imanol, ¿qué vamos a encontrar en esta película?
-Es una comedia de la que dicen que es inteligente. Seguramente, porque nos gusta decir que nos reímos de lo inteligente. En la vida nos gusta reírnos de todo, menos de nosotros mismos. En esta historia, sin embargo, parece que nos podemos reír de todo, porque los personajes están representados muy descarnadamente. Los buenos no son buenos del todo. Mi personaje, por ejemplo, es bueno pero tonto porque pretende hacer en una multinacional algo que no se puede llevar a cabo. Por otra parte, es una película que también tiene algo de “thriller”. Yo creo que va a ser la comedia del verano.
-¿Cómo ha sido trabajar con Hugo Silva y Darío Grandinetti?
-Con Hugo tenía muchas ganas de trabajar. Es un gran actor, y, como persona, uno de los tíos más entretenidos y que más cosas me ha enseñado en mi vida. Es un placer tomar copas con él, estudiar y rodar. Me río mucho con él, porque tiene un sentido del humor que yo no tengo, y, además de tener una historia personal muy interesante, es una de las mejores personas que me he encontrado en este negocio. Y Darío, a quien conozco desde hace 30 años, también es un actorazo. Era la primera vez que trabajaba con los dos y me he encontrado muy a gusto.
-¿Qué consejo le darías a alguien que ha sufrido un despido procedente?
-Que te despidan es una faena, sea de forma procedente o improcedente. El mérito está en que, cuando te cuentan como despiden a los demás y lo qué les pasa a los que despiden, consigas reírte. Pero no creo que nadie se ría en el despido personal.
-Tú estas imparable.
-A nosotros, los actores, nos contratan y nos despiden varias veces al año porque nos contratan por obra. No somos funcionarios. A mí me despidieron de Cuéntame el 12 de abril y, dos días después, me contrataron para un proyecto en Cuba.
-¿Este verano tienes algún contrato?
-Este verano estoy con Velvet.
-¿Y qué tal?
- Es un trabajo muy difícil porque es una serie muy armada y que tiene un componente estético muy fuerte, con una historia muy instalada.
-¿Te da vértigo trabajar en ella?
-No, lo que pasa es que es difícil porque se hace en muy poco tiempo. No te permite llegar tranquilo y pensando que ya está todo hecho. Mi personaje, además, es grande, no de esos que aparecen de vez en cuando. De todos modos, yo prefiero trabajar así, me lo paso bien y es muy entretenido. Si me resultara fácil hacerlo, a lo mejor no me parecería tan interesante. Madrugo y estudio mucho, me alimento bien y salgo poco. No tengo mucho tiempo para divertirme. Por otro lado, los actores que quedan en esta nueva etapa son muy buenos, te ayudan mucho. Yo me he puesto en manos de Asier Etxandia y de Adrián Lastra para que me den ánimos.
-¿Entonces este año te quedas sin verano?
-Bueno, los sábados y los domingos dan para mucho.
-En lo profesional estás imparable, porque no te falta trabajo, y parece que también vives un buen momento personal, ya que te hemos visto de nuevo en unas fotos junto a Irene Meritxell, lo que nos hace estar contentos.
-Me alegra mucho de que estéis tan contentos porque me van las cosas bien. Yo estoy feliz.