A priori podría parecer que Kim Kardashian y Jackie Kennedy no tienen demasiado que ver entre sí. Pero un exclusivo detalle ha unido hace pocos días las vidas de estas dos socialités americanas. Y es que la estrella de la telerrealidad más famosa del mundo se ha hecho con un reloj que perteneció a la antigua Primera Dama de Estados Unidos.
Se trata de una valiosa pieza de Cartier realizada en oro de 18 quilates por la que Kim ha pagado la desorbitada cifra de 380.000 dólares (unos 340.000 euros), a través de un intermediario anónimo durante una subasta de la prestigiosa casa Christie’s celebrada el pasado día 21 de junio en Nueva York. Según declaraciones recogidas por el portal TMZ, la puja comenzó por 120.000 dólares pero, dado el elevado interés suscitado por el reloj, la esposa de Kanye West acabó desembolsando la mencionada cantidad. Al parecer, es una gran admiradora la que fuera esposa de John F. Kennedy y no quería desaprovechar la oportunidad de hacerse con una de sus posesiones más preciadas.
El reloj en cuestión guarda tras de sí una fascinante historia. Fue un regalo ofrecido a Jackie Kennedy por parte de su cuñado, el príncipe Stanislaw 'Stas' Radziwill en 1963, con motivo de la finalización de una caminata de 50 millas (80 kilómetros) en Palm Beach -promovida por el presidente Kennedy meses antes de su asesinato-, y al que tenía mucho aprecio, pues lo utilizó durante décadas. La joya en su reverso presenta el grabado: “Stas a Jackie 23 Feb. 63 2:05 am a 9:35 pm”, en relación a los tiempos de inicio y finalización de la marcha. A pesar de que el matrimonio presidencial no tomó parte de manera directa, se unieron a ella en varios tramos.
Además, el lote subastado incluía una pintura original que Jackie realizó en el mismo año con la que, a su vez, pretendía obsequiar a Stas por la culminación de la carrera -él sí participó-, con la dedicación: "23 de febrero de 1963 2:05 am a 9:35 pm / Jackie a Stas con amor y admiración”. Stanislaw Radziwill fue el esposo de la hermana menor de Jackie, Lee, y hasta su muerte en 1976 le unió una gran amistad y afecto hacia Jackie.
Ahora Kim es la nueva propietaria de la pieza, de la que piensa hacer uso. El aspecto sencillo y poco ostentoso del reloj coincide a la perfección con el perfil bajo que ha adoptado en los últimos meses la celebridad. Desde el traumático atraco a mano armada que sufrió el pasado mes de octubre durante su estancia en Paris, en el que le sustrajeron joyas por valor de varios millones de dólares, el miembro más destacado del clan Kardashian decidió limitar sus presencia tanto en actos públicos como en las redes sociales, así como optar por una apariencia menos pomposa con el fin de preservar su seguridad.