María José Campanario ha recibido el alta tras permanecer 18 días ingresada a causa de un nuevo brote de fibromialgia, enfermedad que sufre desde hace 12 años. Una buena noticia que la mujer de Jesulín de Ubrique ha compartido en sus redes sociales. "Muchas gracias a todos ya estoy en mi casita. Muchas gracias a todos por preocuparos po mi estado de salud. Os quiero muchísimo", ha dicho en un vídeo publicado en su Instagram Stories.
Según ha podido saber HOLA.com, los médicos le han recomendado que a partir de ahora tenga un ritmo de vida más tranquilo (en los últimos tiempos ha estado muy centrada en su trabajo y realizando varios cursos). Tiene que evitar el estrés y llevar una vida más tranquila y sana.
María José, a la que poco a poco le han ido retirando la medicación en el hospital de Jerez de la Frontera, en Cádiz, intentará mitigar los fuertes dolores de su enfermedad con la ayuda de especialistas, ya ha consultado con un reumatólogo, un osteópata, y se ha puesto en manos de un fisioterapeuta. Es posible que también busque ayuda psicológica.
Ya desde su casa de Arcos de la Frontera, ha compartido una bonita imagen junto al siguiente texto, cargado de significado en estos momentos: "Como dice un amigo mío, siempre acaba saliendo el sol". Junto a los suyos, María José podrá celebrar de nuevo su cumpleaños, que tuvo lugar el pasado 28 de mayo. Una fecha muy especial que pasó con su familia en el hospital, y que ahora, más recuperada, podrá volver a festejar.
Pero esta no será la única celebración que reúna próximamente a los Janeiro Campanario. Jesulín y María José se volverán a casar en julio, una boda que les llena de ilusión y que llega 15 años después de su primer 'sí, quiero'. "Me casé muy enamorada, he tenido dos hijos preciosos que me dan la vida, tengo un marido que me hace reír incluso cuando estoy mal... Así que sí, queremos renovar nuestros votos", decía María José en ¡HOLA!. "Queremos que sea muy especial y muy entrañable", añadía Jesulín.
No piensa dejar de luchar
María José intenta llevar su enfermedad de la mejor manera posible, tal y como aseguró en una conmovedora entrevista concedida a la revista ¡HOLA!. “He llorado mucho, he estado muy hundida, he llegado a no poder levantarme de la cama, a sentirme inútil, a no soportar el dolor... pero lucho cada día, y sonrío con optimismo, para que esta enfermedad no pueda con mi vida”, explicaba.
Cansada de escuchar y leer comentarios de todo tipo acerca de su delicado estado de salud, María José mandó el siguiente mensaje a los que la critican: "Que Dios me perdone por gustarme estar ingresada y que tengan que cogerme dos vías al día para poder quitarme el dolor. "Que Dios os perdone a todos los que no nos creéis, a todos los que pensáis que esto es un cuento, y no le deseo nada malo a nadie, pero ojalá solamente por un día, pudieseis poneros en la piel del que sufre esta enfermedad. Que Dios me perdone por aún querer vivir y reírme. Que Dios me perdone por haber intentado darle voz a una enfermedad que es invisible. Que Dios me perdone por tener un seguro privado que me permite ingresar en una clínica cuando ya no puedo soportar el dolor de mil cuchillos clavándose en mi cuerpo".