Puede que hasta los cinéfilos más puristas y seguidores más fieles de Woody Allen desconozcan que la música es una de las grandes pasiones del cineasta hollywoodense. El director de películas como Annie Hall o Vicky Cristina Barcelona, aprendió a tocar el violín en su infancia, no obstante, el verdadero talento musical del neoyorquino se esconde tras las llaves del clarinete.
Además de ayudarle a escoger con mayor facilidad las bandas sonoras de sus películas, su afición por la música le permitió formar, hace más de 35 años, una exitosa banda de Jazz en la que toca este clásico instrumento. La música de New Orleans Jazz Band, tiene cierto toque nostálgico que evoca al popular swing de los años 20 y 30, un estilo musical muy frecuente en sus largometrajes.
El próximo 8 de julio, el director de cine actuará con su formación musical en nuestro país con motivo del Festival de Cap Roig, en el que será su único concierto en España. Como suele ser habitual en su banda, el grupo saldrá al escenario sin partituras e improvisará una serie de canciones para conseguir que los asistentes se trasladen de forma casi automática a la época dorada del jazz.
A punto de colgar el cartel de ‘sold out’, las entradas para el concierto de Allen aún pueden comprarse a través de la página del festival y de otros portales web con precios que van desde los 80 hasta los 140 euros en zona VIP.
Esta no es la primera vez que Woody y su banda de Jazz forman parte del cartel del reputado festival. En el año 2005, The New Orleans Jazz Band tenía previsto actuar en Girona, sin embargo, la formación decidió finalmente cancelar el concierto y posponer la gira que tenían preparada por Europa.
Aunque Allen es mundialmente conocido por sus trabajos en el mundo del cine, suele dedicar la mayor parte de su tiempo libre a la música. En su adorada Manhattan, Woody Allen ofrece espectáculos en directo en diferentes pubs y restaurantes, entre los que destaca el Michael’s Pub, un club que, tal y como publicaba recientemente La Vanguardia, ha acabado convirtiéndose en lugar de culto de los seguidores del director de cine.