Ariana Grande ya está en casa tras el atentado del pasado lunes en Mánchester. La cantante regresó en un vuelo privado a su ciudad natal, Boca Ratón, en Florida, como reflejan estas imágenes publicadas en exclusivas por HOLA.com. A su llegada al aeropuerto, la estrella del pop, de 23 años, fue recibida por su novio, el rapero estadounidense Mac Miller, y su mascota Toulouse, un precioso mestizo de Beagle y Chihuahua.
En estas imágenes se aprecia la tristeza de la cantante y las huellas que las lágrimas dejaron en su maquillaje. Es probable que tras actuar en el Manchester Arena, viajara sin ni siquiera desmaquillarse, tal y como puede observarse.
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Junto a ella viajaba su madre, Joan Grande, que se ha convertido en noticia por su rápida actuación tras el atentado. La madre de Ariana se encontraba en el Manchester Arena cuando explotó la bomba. Sin embargo, en lugar de dejarse llevar por el pánico, Joan refugió a un grupo de fans en el camerino de la cantante con el fin de velar por su seguridad hasta que todo se calmase.
Tras su emotiva llegada, entre besos y abrazos, madre e hija pusieron rumbo a su residencia, donde se han extremado las medidas de seguridad y los coches de policía custodian la entrada.