Rosa Benito es una nueva mujer y así lo ha hecho saber en su nuevo trabajo. En la última gala de Supervivientes, la colaboradora recibía los halagos de Jorge Javier gracias a su nuevo look. Un flequillo sutil que ha dotado a Benito de un aire más juvenil. Sin embargo, la exmujer de Amador Mohedano ha experimentado también un cambio interior que se refleja en sus apariciones en plató.
Rosa ha dejado atrás los momentos de tensión que rodeaban su vida cuando formaba parte del elenco del programa Sálvame Diario en el que, en muchas ocasiones, su vida y la de su familia era protagonista de sus intervenciones.
El 1 de julio del año pasado, la cuñada de “La más grande” decía adiós definitivamente al programa en el que estuvo casi una década. Durante su paso por el espacio diario, Rosa confesó en varias ocasiones haberse sentido muy incómoda con el trato recibido de sus compañeros e incluso, durante su última intervención antes de su partida, explicó los motivos por los que la tensión había sido un continuo de sus apariciones: “No me he sentido protegida. Además, en los últimos tiempos he visto que los directores no estaban felices conmigo y que a veces ni siquiera querían verme, y eso ha podido ser una causa para que yo tomara esta decisión”.
Los llantos, los enfrentamientos personales y su anterior actitud retraída han dejado de ser la constante en las apariciones televisivas de Rosa durante esta segunda vuelta dentro de la nueva edición de Supervivientes. Rosa ha regresado a los platós de televisión con una nueva versión de sí misma que, aunque en un principio dejó ver su anterior cara evitando enfrentarse directamente a Antonio David al negarle el saludo, ha ido suavizando poco a poco llegando incluso a interactuar con él frente al resto de colaboradores del espacio.
La nueva Rosa Benito está mucho más distendida en su nueva etapa televisiva en la que vuelve a compartir espacio físico junto a su excompañero Jorge Javier Vázquez. Su vida y su situación personal y familiar ya no son protagonistas de los debates en los que ahora participa de una manera más activa y menos temerosa que en su anterior trabajo. Tanto es así que precisamente ella ha sido una de las partes implicadas en el momento más tenso de la última gala.
Rosa se ponía frente a Oriana Marzoli, exconcursante del reality en su edición de 2014, cuando esta aludió a su edad. Una apreciación a la que Rosa contestó sin dudarlo: “Ojalá llegues a mi edad y estés como yo”. Una rotunda aclaración que provocó el aplauso del público en favor de Benito. La exmujer de Amador vuelve a ser una de las colaboradoras más atrevidas del espacio, dejando atrás la actitud defensiva que marcó su última etapa de televisión antes de abandonar el medio. Un antes y un después que no está dejando indiferente a nadie.